sábado, 3 de noviembre de 2012

Greatest Hits: Corto Maltese, el último héroe romántico

El siguiente artículo fue publicado en la revista barcelonesa La Fuga, editada por el gran Miqui Otero, cerca de 1997. Aparece aquí en versión ligeramente retocada, actualizada y mejorada gracias a Internet.

Corto Maltese, el último héroe romántico


El personaje de Corto Maltese, creado por el historietista italiano Hugo Pratt, es para mí, y para muchos aficionados al cómic, uno de los más interesantes y encantadores que ha dado el tebeo mundial a lo largo de su historia.

Su aire romántico, en el más amplio sentido de la palabra, junto con el pretendido tono histórico de todas sus aventuras, son lo que hacen a las historietas de este héroe tan atractivo para los amantes del noveno arte y para el lector en general, porque se puede decir que es uno de los pocos personajes de tebeo (junto a Astérix y Obélix, Mafalda y Tintín) que leen los que no son lectores habituales de cómics.

Mítica foto que se hizo Corto en 1924 entre las calles Pedro de Mendoza y Almirante Brown de Buenos Aires

Heroísmo y romanticismo

El personaje de Corto es extremadamente heroico, pero lo es de un modo muy original. Si, según la óptica que nos presenta Akira Toriyama en su Taller de Manga (que, por otra parte, no supone ninguna novedad en la narrativa literaria de todos los tiempos), un héroe ha de tener un punto débil, el Maltés tiene todas las papeletas para serlo, ya que, a su fuerza física y mental, une varias debilidades. La primera, las mujeres, que en más de una ocasión le han puesto al borde de la muerte; pero también los tesoros, la amistad y la charla, sí, sí, la charla pura y dura. Quizá si alguien que no conoce a Corto —cosa que me extrañaría— leyese este artículo pensaría que lo que estoy diciendo es muy raro, pero el que haya leído una sola de las historias del maltés sabe a qué me refiero.

Corto es un héroe solitario, siempre planea sus aventuras para su propio beneficio, pero, en el transcurso de sus viajes, van apareciendo personajes de los que se hace amigo y a los que no puede renunciar. La amistad en más de una ocasión le ha costado cara, pero también le ha salvado de muchos peligros, como en aquella ocasión en la que lo detienen en una frontera en Oriente Medio y logra pasarla gracias a sus contactos.
Corto es un personaje BUENO.

Entre sus compañeros de aventuras, destacan dos. Sarcástico y cruel, Rasputín es el mejor amigo de Corto. Es su opuesto, quizá por eso se lleven tan bien. En más de una ocasión, jura matarle, pero si se ven después de un tiempo, en seguida surge la magia. Cush, etíope con cierta dosis de ironía, acompaña a Corto en varias historietas y nos habla de la muerte de su amigo en una historia que gira entorno a él, El oro de Cush.

Y otra cosa, Corto siempre va a contracorriente. Cuando se adentra en Asia Central para conseguir el tesoro que estaba en la casa dorada de Samarcanda, todos se lo dicen. Quizá por eso logra pasar los peligros: es un extranjero, eso sí, y nadie le mira bien, pero le dejan hacer, porque hace lo contrario que todo el mundo.

Corto con su némesis y, a la vez, amigo y compañero de aventuras, Rasputín

Historicismo

Y, como ya se habrá notado, las aventuras de Corto son históricas, es decir, suceden por un orden cronológico y se enmarcan en sucesos reales, si bien Pratt no las escribió en en ese orden histórico, sino salteadas, lo que hace pensar que tuviera un mínimo esquema o guión mental de lo que desde el principio iba a hacer el marinero maltés.

Bien es cierto lo que decía un amigo, que sería imposible que una persona estuviera en todos esos sitios y siempre en el momento justo: la Revolución Rusa, el primer aniversario de la construcción del Canal de Panamá, la Guerra Civil española... Quizá sea cierto, pero eso no le preocupaba a Pratt. Lo que sí le preocupaba era cierto rigor histórico, en el sentido de que nada se contradijese, que todo fuese posible. Y otra cosa, mezcla hechos y personajes reales con leyendas y sucesos míticos que bien pudieron ser ciertos, aunque es imposible demostrarlo. Eso se hace especialmente patente en la fábula Mu, en la que Pratt mezcla en una misma marmita las leyendas de numerosos pueblos y culturas de todas las partes del mundo y de todos los momentos históricos sobre la existencia de un continente hundido, haciendo que todas ellas encajen.

Muchas veces se ve a Corto y sus amigos hablando de antiguas teorías alquimistas, entre la incredulidad y la mayor de las devociones.

También el propio Maltés se nos presenta en La balada del mar salado (primera obra de la serie y en la que Corto no es el personaje central, sino uno más, y que presenta el especial atractivo de que sus facciones no estaban aún del todo definidas) como un personaje real, atestiguado por una supuesta carta verdadera que sirve de prólogo a la historia.



¿Qué es lo que mueve al maltés?

En principio, Corto actúa por puro ánimo de lucro, pero el hecho es que los tesoros, si bien existen, siempre se le escapan de las manos. ¿De qué vive? ¿Cómo mantiene su barco? Supongo que eso a Pratt tampoco le preocupaba. Lo cierto es que el marino muchas veces se ve obligado a cambiar sus planes y lo que era afán de búsqueda de un tesoro, se convierte en ánimo de salvar la propia vida y la de sus compañeros y, como el Rick de Casablanca, muchas veces se ve implicado en una causa que no es la suya pero en la que cree y por la que se ve obligado a luchar. Volvemos al mito romántico. Pero aun más, Corto es el buen salvaje que defendía Rousseau, no tiene ley ni jefe, es libre, pero su buen corazón lo ata a sus amigos. También en muchas ocasiones, y eso es lo que lo hace aún más romántico, lo vemos pensativo y sus compañeros nos hablan de un desamor, si bien nunca se le ha conocido una novia ni se nos dice quién ha roto el corazón de Corto.

En fin, se trata de un personaje muy complejo y que se ha convertido en un paradigma de la libertad, además de depararnos muchas horas de buena diversión con sus aventuras en tierras célticas, etiópicas, tropicales, helvéticas, en las estepas o en Oriente Medio.
Muchas veces se han recalcado la identificación entre el personaje y el autor, cosa que Pratt negaba: “Corto Maltés es consecuencia de los encuentros que tuve con otros individuos a lo largo de mi vida (...). Mientras realizaba sus historias, muchas veces me daba cuenta de que Corto hacía o decía cosas contrarias a su manera de ser”



BIOGRAFÍA DE HUGO PRATT (extraída de un artículo de Fernando Martínez Peñaranda)

Hugo Pratt nace el 15 de junio de 1929 cerca de Rimini (Italia). A veces, se le cita como nacido en Venecia, ya que él mismo se considera veneciano, por estirpe familiar, vivencias de infancia e identificación plena con dicha ciudad.

En 1945 funda en Venecia, con un grupo de amigos (Faustinelli, Ongaro, Pavone, Bellavitis y Battaglia), la revista de historietas Albo Uragano en la que Pratt dibuja, en episodios, L’Asso di Picche (As de Picas), si bien sólo a lápiz y en colaboración con Oscar Bionda.

Hacia 1950 se traslada a Argentina junto con otros de los componentes del grupo veneciano, contratados por la Editorial Abril de Buenos Aires, para la que Pratt continúa haciendo la serie Junglemen, iniciada en Italia con argumento de A. Ongaro, que colabora también con él en El Cacique Blanco (1951) y en Legión Extranjera (1954). El otro destacado guionista suyo es Héctor G. Oesterheld (muy conocido también por su colaboración con Breccia y Solano López, principalmente por la obra de ciencia ficción El Eternauta), autor literario de las tres obras más importantes de Hugo Pratt en este período argentino: El Sargento Kirk (1953), Ernie Pike (1957) y Ticonderoga (1957).

Estas tres últimas series representan, junto a unos guiones anticonvencionales para la época, los principios de la evolución estilística de Pratt, alejándose progresivamente de los modelos estadounidenses y de la imagen realista, para adentrarse en el terreno de la creación plena, lo que completará elaborando sus propios guiones, como en Ann y Dan (en Italia y España, Ana de la jungla, 1959), en Capitán Cormorant (1962) y, sobre todo, en la que está considerada como su primera obra maestra: Wheeling (1962), que es una prolongación de Ticonderoga y el comienzo en Pratt del cuidado por seguir un orden cronológico, histórico y documentado, en sus cómics.

De nuevo en Europa, contribuye en 1967 al nacimiento de la revista Sgt. Kirk, que empieza a reeditar su producción argentina y a publicar una nueva serie: Una balatta del mare salato (La balada del mar salado, en España), en la que aparece el que va a ser su más famoso personaje: Corto Maltese (Corto Maltés), marcando una nueva época para Hugo Pratt, con un estilo ya definido.

Corto Maltés es el protagonista prácticamente único de toda su obra en la primera mitad de los setenta, a través de los 21 episodios editados por la revista Pif (1970-1973), recogidos luego por Mondadori Ed. de Milán en los volúmenes Corto Maltese (1972), Baci e Spari (1973) y Sogno di un mattino di mezzo inverno (1974), en edición completa y cronológica, y, a continuación, con la siguiente aventura del marino de Malta: Corte sconta detta srcana (en Francia y España: Corto Maltés en Siberia, 1974).

En 1975 se publica Piccolo chalet... gaio como te, segunda parte de Gli scorpioni del deserto (Los escorpiones del desierto), que había aparecido en 1969 y a la que seguirá una tercera: Avvocati in Dancalia (1980), formando otra notable saga en la producción de Hugo Pratt más actual, que gira en torno a la guerra del desierto entre italianos e ingleses, con una óptica nueva. Aparte de dos nuevas aventuras de Corto Maltés, tituladas Fiaba di Venezia (Fábula de Venecia, 1979) y La casa dorada de Samarcanda (1980), así como La juventud de Corto Maltés, todavía realiza Pratt L’uome dei Caraibi (EI aventurero del Caribe, 1977), L’uomo del Sertao (La macumba del Gringo, 1977), L’uomo della Somalia (Al oeste del Edén, 1978) y L’uomo del Grande Nord (Jesuita Joe,1980), en las que el color es ya un elemento más integrado en la narración.

En 1983 inició una colaboración con Milo Manara escribiendo el guión de Tutto ricominciò con un’estate indiana (Verano Indio), magníficamente ilustrado por este autor. Más tarde (1991) volverían a colaborar en El gaucho. En los últimos años continuará con su serie estrella —Corto Maltés con los títulos: Tango... y todo a media luz (1985), Las helvéticas (1987) y Mu (1988). También destacan, aparte de Corto Maltés, los títulos: Cato Zoulou (1984), Saint-Exupéry. Le dernier vol (1995) y su obra póstuma, publicada en 1999, Morgan.

Finalmente, el 20 de agosto de 1995 (en Pully, cerca de Lausanne), Pratt fallece a consecuencia de un cáncer de intestino. Era ya entonces un fenómeno cultural, un mito. Continuamente se suceden exposiciones y se publican artículos sobre su obra, intelectuales como Umberto Eco prefacian sus cómics... Su nombre aparece en todas las enciclopedias y su obra es objeto de numerosos trabajos universitarios. Gracias a figuras como la suya, los cómics adquieren el título de noveno arte.



BIBLIOGRAFÍA EN CASTELLANO (en orden “cronológico” no de publicación, sino ficticio)

La juventud de Corto Maltés (Norma Comics)

La balada del mar salado (1967, New Comic y, actualmente, Norma Comics)

Bajo el signo de Capricornio (1970, New Comic y Norma Comics)

Siempre un poco más lejos (1970-1971, New Comic y Norma Comics)

Las célticas (1971-1972, New Comic y Norma Comics)

Las etiópicas (New Comic y Norma Comics)

Corto Maltés en Siberia (1974-1975, New Comic)

Fábula de Venecia (1977, New Comic y Norma Comics)

La casa dorada de Samarcanda (New Comic y Norma Comics)

Tango... y todo a media luz (New Comic y Norma Comics)

Las helvéticas (1987, New Comic)

Mu (1988, Norma Comics)

Actualmente, Norma Comics está reeditando todo el material de Corto Maltés y de Hugo Pratt en general, en dos formatos: uno grande, en color y con muchos estudios preliminares, y otra más pequeña en blanco y negro. No recomendamos ninguna de las dos —salvo en el caso de Mu, que no fue editada por New Comic—, dado que en la versión en formato grande las obras, originalmente en blanco y negro, están coloreadas, y la edición pequeña no se trata de una reducción del tamaño, sino que las viñetas están cortadas, mutiladas e, incluso en algún caso, ampliadas para que quepan en la página o no queden espacios en blanco. Este acto de terrorismo cultural, intolerable hoy día, máxime en una editorial que se considera la salvaguardia del cómic de qualité en nuestro país, debe ser censurado con el boicot total a Norma. Además, las ediciones de New Comic son facilísimas de encontrar de saldo en cualquier feria del libro. Apuraos, que pronto se agotarán.

Parece ser que, además, existen ediciones limitadas, sobre todo francesas e italianas, de otras obras de Corto, auténticas joyas de coleccionistas, como son Les femmes de Corto Maltese, Sottocorto y Corto en Córdoba, serie de 999 ejemplares firmados por el autor. También existe un libro sobre la vida de corto, llamado Memorias, escrito por Michel Pierre y con ilustraciones de Pratt, que es una auténtica guía sobre el marino. También hay una guía turística de Venecia con los lugares secretos que aparecen en Fábula de Venecia: La Venecia secreta de Corto Maltés, de Guido Fuga y Lelle Vianello, publicado en España por Norma.

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