El siguiente artículo fue publicado en la revista barcelonesa La Fuga, editada por el gran Miqui Otero, cerca de 1997. Aparece aquí en versión ligeramente retocada, actualizada y mejorada gracias a Internet.
Corto Maltese, el último héroe romántico
El
personaje de Corto Maltese, creado por el historietista italiano Hugo Pratt, es
para mí, y para muchos aficionados al cómic, uno de los más interesantes y
encantadores que ha dado el tebeo mundial a lo largo de su historia.
Su
aire romántico, en el más amplio sentido de la palabra, junto con el pretendido
tono histórico de todas sus aventuras, son lo que hacen a las historietas de
este héroe tan atractivo para los amantes del noveno arte y para el lector en
general, porque se puede decir que es uno de los pocos personajes de tebeo
(junto a Astérix y Obélix, Mafalda y Tintín) que leen los que no son lectores
habituales de cómics.
Mítica foto que se hizo Corto en 1924 entre las calles Pedro de Mendoza y Almirante Brown de Buenos Aires |
Heroísmo
y romanticismo
El
personaje de Corto es extremadamente heroico, pero lo es de un modo muy
original. Si, según la óptica que nos presenta Akira Toriyama en su Taller de Manga (que, por otra parte, no
supone ninguna novedad en la narrativa literaria de todos los tiempos), un
héroe ha de tener un punto débil, el Maltés tiene todas las papeletas para
serlo, ya que, a su fuerza física y mental, une varias debilidades. La primera,
las mujeres, que en más de una ocasión le han puesto al borde de la muerte;
pero también los tesoros, la amistad y la charla, sí, sí, la charla pura y
dura. Quizá si alguien que no conoce a Corto —cosa que me extrañaría— leyese
este artículo pensaría que lo que estoy diciendo es muy raro, pero el que haya
leído una sola de las historias del maltés sabe a qué me refiero.
Corto
es un héroe solitario, siempre planea sus aventuras para su propio beneficio,
pero, en el transcurso de sus viajes, van apareciendo personajes de los que se
hace amigo y a los que no puede renunciar. La amistad en más de una ocasión le
ha costado cara, pero también le ha salvado de muchos peligros, como en aquella
ocasión en la que lo detienen en una frontera en Oriente Medio y logra pasarla
gracias a sus contactos.
Corto
es un personaje BUENO.
Entre
sus compañeros de aventuras, destacan dos. Sarcástico y cruel, Rasputín es el
mejor amigo de Corto. Es su opuesto, quizá por eso se lleven tan bien. En más
de una ocasión, jura matarle, pero si se ven después de un tiempo, en seguida
surge la magia. Cush, etíope con cierta dosis de ironía, acompaña a Corto en
varias historietas y nos habla de la muerte de su amigo en una historia que
gira entorno a él, El oro de Cush.
Y otra cosa, Corto siempre va a contracorriente. Cuando
se adentra en Asia Central para conseguir el tesoro que estaba en la casa
dorada de Samarcanda, todos se lo dicen. Quizá por eso logra pasar los
peligros: es un extranjero, eso sí, y nadie le mira bien, pero le dejan hacer,
porque hace lo contrario que todo el mundo.
Historicismo
Y,
como ya se habrá notado, las aventuras de Corto son históricas, es decir,
suceden por un orden cronológico y se enmarcan en sucesos reales, si bien Pratt
no las escribió en en ese orden histórico, sino salteadas, lo que hace pensar
que tuviera un mínimo esquema o guión mental de lo que desde el principio iba a
hacer el marinero maltés.
Bien
es cierto lo que decía un amigo, que sería imposible que una persona estuviera
en todos esos sitios y siempre en el momento justo: la Revolución Rusa, el
primer aniversario de la construcción del Canal de Panamá, la Guerra Civil
española... Quizá sea cierto, pero eso no le preocupaba a Pratt. Lo que sí le
preocupaba era cierto rigor histórico, en el sentido de que nada se
contradijese, que todo fuese posible. Y otra cosa, mezcla hechos y personajes
reales con leyendas y sucesos míticos que bien pudieron ser ciertos, aunque es
imposible demostrarlo. Eso se hace especialmente patente en la fábula Mu, en la que Pratt mezcla en una misma
marmita las leyendas de numerosos pueblos y culturas de todas las partes del
mundo y de todos los momentos históricos sobre la existencia de un continente
hundido, haciendo que todas ellas encajen.
Muchas
veces se ve a Corto y sus amigos hablando de antiguas teorías alquimistas,
entre la incredulidad y la mayor de las devociones.
También
el propio Maltés se nos presenta en La
balada del mar salado (primera obra de la serie y en la que Corto no es el
personaje central, sino uno más, y que presenta el especial atractivo de que
sus facciones no estaban aún del todo definidas) como un personaje real,
atestiguado por una supuesta carta verdadera que sirve de prólogo a la
historia.
¿Qué
es lo que mueve al maltés?
En
principio, Corto actúa por puro ánimo de lucro, pero el hecho es que los
tesoros, si bien existen, siempre se le escapan de las manos. ¿De qué vive?
¿Cómo mantiene su barco? Supongo que eso a Pratt tampoco le preocupaba. Lo
cierto es que el marino muchas veces se ve obligado a cambiar sus planes y lo
que era afán de búsqueda de un tesoro, se convierte en ánimo de salvar la
propia vida y la de sus compañeros y, como el Rick de Casablanca, muchas veces se ve implicado en una causa que no es la
suya pero en la que cree y por la que se ve obligado a luchar. Volvemos al mito
romántico. Pero aun más, Corto es el buen salvaje que defendía Rousseau, no
tiene ley ni jefe, es libre, pero su buen corazón lo ata a sus amigos. También
en muchas ocasiones, y eso es lo que lo hace aún más romántico, lo vemos
pensativo y sus compañeros nos hablan de un desamor, si bien nunca se le ha
conocido una novia ni se nos dice quién ha roto el corazón de Corto.
En
fin, se trata de un personaje muy complejo y que se ha convertido en un
paradigma de la libertad, además de depararnos muchas horas de buena diversión
con sus aventuras en tierras célticas, etiópicas, tropicales, helvéticas, en
las estepas o en Oriente Medio.
Muchas
veces se han recalcado la identificación entre el personaje y el autor, cosa
que Pratt negaba: “Corto Maltés es consecuencia de los encuentros que tuve con
otros individuos a lo largo de mi vida (...). Mientras realizaba sus historias,
muchas veces me daba cuenta de que Corto hacía o decía cosas contrarias a su
manera de ser”
BIOGRAFÍA DE HUGO
PRATT (extraída de un artículo de Fernando Martínez Peñaranda)
Hugo
Pratt nace el 15 de junio de 1929 cerca de Rimini (Italia). A veces, se le cita
como nacido en Venecia, ya que él mismo se considera veneciano, por estirpe
familiar, vivencias de infancia e identificación plena con dicha ciudad.
En
1945 funda en Venecia, con un grupo de amigos (Faustinelli, Ongaro, Pavone,
Bellavitis y Battaglia), la revista de historietas Albo Uragano en la que Pratt dibuja, en episodios, L’Asso di Picche (As de Picas), si bien
sólo a lápiz y en colaboración con Oscar
Bionda.
Hacia
1950 se traslada a Argentina junto con otros de los componentes del grupo veneciano, contratados por la Editorial
Abril de Buenos Aires, para la que Pratt continúa haciendo la serie Junglemen, iniciada en Italia con
argumento de A. Ongaro, que colabora también con él en El Cacique Blanco (1951) y en Legión
Extranjera (1954). El otro destacado guionista suyo es Héctor G. Oesterheld
(muy conocido también por su colaboración con Breccia y Solano López,
principalmente por la obra de ciencia ficción El Eternauta), autor literario de las tres obras más importantes de
Hugo Pratt en este período argentino: El
Sargento Kirk (1953), Ernie Pike
(1957) y Ticonderoga (1957).
Estas
tres últimas series representan, junto a unos guiones anticonvencionales para
la época, los principios de la evolución estilística de Pratt, alejándose
progresivamente de los modelos estadounidenses y de la imagen realista, para
adentrarse en el terreno de la creación plena, lo que completará elaborando sus
propios guiones, como en Ann y Dan
(en Italia y España, Ana de la jungla,
1959), en Capitán Cormorant (1962) y,
sobre todo, en la que está considerada como su primera obra maestra: Wheeling (1962), que es una prolongación
de Ticonderoga y el comienzo en Pratt
del cuidado por seguir un orden cronológico, histórico y documentado, en sus
cómics.
De
nuevo en Europa, contribuye en 1967 al nacimiento de la revista Sgt. Kirk, que empieza a reeditar su
producción argentina y a publicar una nueva serie: Una balatta del mare salato (La balada del mar salado, en España),
en la que aparece el que va a ser su más famoso personaje: Corto Maltese (Corto
Maltés), marcando una nueva época para Hugo Pratt, con un estilo ya definido.
Corto
Maltés es el protagonista prácticamente único de toda su obra en la primera
mitad de los setenta, a través de los 21 episodios editados por la revista Pif (1970-1973), recogidos luego por
Mondadori Ed. de Milán en los volúmenes Corto
Maltese (1972), Baci e Spari
(1973) y Sogno di un mattino di mezzo
inverno (1974), en edición completa y cronológica, y, a continuación, con
la siguiente aventura del marino de Malta: Corte
sconta detta srcana (en Francia y España: Corto Maltés en Siberia, 1974).
En
1975 se publica Piccolo chalet... gaio
como te, segunda parte de Gli
scorpioni del deserto (Los escorpiones del desierto), que había aparecido
en 1969 y a la que seguirá una tercera: Avvocati
in Dancalia (1980), formando otra notable saga en la producción de Hugo
Pratt más actual, que gira en torno a la guerra del desierto entre italianos e
ingleses, con una óptica nueva. Aparte de dos nuevas aventuras de Corto Maltés,
tituladas Fiaba di Venezia (Fábula de
Venecia, 1979) y La casa dorada de
Samarcanda (1980), así como La
juventud de Corto Maltés, todavía realiza Pratt L’uome dei Caraibi (EI aventurero del Caribe, 1977), L’uomo del Sertao (La macumba del Gringo,
1977), L’uomo della Somalia (Al oeste del
Edén, 1978) y L’uomo del Grande Nord
(Jesuita Joe,1980), en las que el color es ya un elemento más integrado en
la narración.
En
1983 inició una colaboración con Milo Manara escribiendo el guión de Tutto ricominciò con un’estate indiana
(Verano Indio), magníficamente ilustrado por este autor. Más tarde (1991)
volverían a colaborar en El gaucho.
En los últimos años continuará con su serie estrella —Corto Maltés— con los
títulos: Tango... y todo a media luz
(1985), Las helvéticas (1987) y Mu (1988). También destacan, aparte de
Corto Maltés, los títulos: Cato Zoulou
(1984), Saint-Exupéry. Le dernier vol
(1995) y su obra póstuma, publicada en 1999, Morgan.
Finalmente,
el 20 de agosto de 1995 (en Pully, cerca de Lausanne), Pratt fallece a
consecuencia de un cáncer de intestino. Era ya entonces un fenómeno cultural,
un mito. Continuamente se suceden exposiciones y se publican artículos sobre su
obra, intelectuales como Umberto Eco prefacian sus cómics... Su nombre aparece
en todas las enciclopedias y su obra es objeto de numerosos trabajos
universitarios. Gracias a figuras como la suya, los cómics adquieren el título
de noveno arte.
BIBLIOGRAFÍA EN CASTELLANO
(en orden “cronológico” no de publicación, sino ficticio)
La juventud de Corto Maltés (Norma Comics)
La balada del mar salado (1967, New Comic y,
actualmente, Norma Comics)
Bajo el signo de Capricornio (1970, New Comic y Norma
Comics)
Siempre un poco más lejos (1970-1971, New Comic y
Norma Comics)
Las célticas (1971-1972, New Comic y Norma
Comics)
Las etiópicas (New Comic y Norma Comics)
Corto Maltés en Siberia (1974-1975, New Comic)
Fábula de Venecia (1977, New Comic y Norma
Comics)
La casa dorada de Samarcanda (New Comic y Norma Comics)
Tango... y todo a media luz (New Comic y Norma Comics)
Las helvéticas (1987, New Comic)
Mu (1988, Norma Comics)
Actualmente,
Norma Comics está reeditando todo el material de Corto Maltés y de Hugo Pratt
en general, en dos formatos: uno grande, en color y con muchos estudios
preliminares, y otra más pequeña en blanco y negro. No recomendamos ninguna de
las dos —salvo en el caso de Mu, que
no fue editada por New Comic—, dado que en la versión en formato grande las
obras, originalmente en blanco y negro, están coloreadas, y la edición pequeña
no se trata de una reducción del tamaño, sino que las viñetas están cortadas,
mutiladas e, incluso en algún caso, ampliadas para que quepan en la página o no
queden espacios en blanco. Este acto de terrorismo cultural, intolerable hoy
día, máxime en una editorial que se considera la salvaguardia del cómic de qualité en nuestro país, debe ser
censurado con el boicot total a Norma. Además, las ediciones de New Comic son
facilísimas de encontrar de saldo en cualquier feria del libro. Apuraos, que
pronto se agotarán.
Parece
ser que, además, existen ediciones limitadas, sobre todo francesas e italianas,
de otras obras de Corto, auténticas joyas de coleccionistas, como son Les
femmes de Corto Maltese, Sottocorto y
Corto en Córdoba, serie de 999
ejemplares firmados por el autor. También existe un libro sobre la vida de
corto, llamado Memorias, escrito por
Michel Pierre y con ilustraciones de Pratt, que es una auténtica guía sobre el
marino. También hay una guía turística de Venecia con los lugares secretos que aparecen en Fábula de Venecia: La Venecia secreta de Corto Maltés, de Guido Fuga y Lelle Vianello, publicado en España por Norma.
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