miércoles, 20 de febrero de 2019

Regla número 1 de los pisos compartidos

Desde que uno avisa de que se va hasta que se va, se abre una guerra no declarada entre los demás compañeros y el que se va. La misma regla se aplica a las relaciones casero-inquilino.

No soy como un niño pequeño

Soy como un niño pequeño egoísta

Un tipo sin prejuicios

- Cariño, he visto cómo mirabas descaradamente a esa chica.
- ¿Cómo? ¡Ah! ¿A esa? Es que era negra... y no quiero que la gente piense que soy racista.

(Lamentable)

Problema de piso compartido

El problema, cuando tus compañeros son un poco guarretes, es que tienes que tener buena memoria para lavar solo los platos que has dejado tú y dejar los otros, de modo que no te puedan echar nada en cara.

Combate de béisbol

Fracaso musical

La canción de "Yo solo quiero pegar en la radio para ganar mi primer millón" ganó 999.999 dólares.

Le dio un rictus

(Escuchado en el tren. De verdad)

Propuestas para un lenguaje no sexista

La frase "Tú mismo con tu mecanismo" no funciona en femenino. Propongo "Tú misma con tu aneurisma" o "Tú misma con tu marisma".

Chiste musical de mal gusto

¿Qué música harán las concertinas de Ceuta?

Encontrarte a una antigua pareja, ahora felizmente casada, con un hijo pequeño y decirle al niño: "Chaval, yo podía haber sido tu padre"

Qué triste ser tan solo "un tipo con inquietudes"

Mi "perfect"

Para mí, hacer un "perfect" no es echarte un giñote y que quede el papel higiénico limpio. Es mear, giñar y cascarte una paja y solo tirar una vez de la cadena.

Matar moscas a cañonazos no me parece tan mala idea

Fatídicas eses

Los escritores románticos siempre morían de una de estas dos cosas: Suicidio o Sífilis.

jueves, 14 de febrero de 2019

Para siempre en tu mente

¡Déjame! ¡Que me dejes! O tómame, tómame. Aquí estoy. Ah, ¿que me quieres? Pues ya no estoy disponible. Me gusta otro. Solo quiero que seamos follamigos, claro que entonces tendríamos que hacerlo con condón. Estoy volviendo a hablar con mi ex novio. A él lo he querido más que a nadie. Solo a él le retwitteo todos sus eventos en mis redes sociales. Quiero volver a mi país. Nunca he sido tan feliz como en Madrid... pero he de irme. Págame otra copa. Quiero ir de vacaciones. No quiero ir de vacaciones. Hace demasiado frío. He estado en Canadá a 40 bajo cero. Me voy de vacaciones, pero sin ti. Estoy harta de tus reproches. Eres muy reclamón. Eres un impertinente. Sé que me quieres y yo también te quiero pero a mi modo. Si me dejas, sé que volverás. Si te abandono, dejo la puerta abierta para que en el futuro podamos volver. Si me dejas, sé que pensarás en mí. Si me tomas, te voy a hacer la vida imposible. Estoy pero no estoy. Soy pero no soy. Me puedes tomar pero no me puedes tener. Soy una cosa y la contaria. Me puedo meter por ese punto de fuga que forman tus miedos, tus complejos. Te condeno a tenerme siempre en tu mente.

sábado, 9 de febrero de 2019

¿Lo dejo o no lo dejo?

Estoy harto de mi novia, pero está tan enamorada de mí que... no sé... ¿Cómo se lo digo? ¿Cómo le digo que ya no la quiero? Bueno, en realidad no sé si nunca la he querido, pero en fin... ahora eso no es lo importante. Ahora lo importante es decírselo, pero ¿cómo?

¡Ya sé! Cuando me diga alguno de sus típicos comentarios egoístas le diré la frase:

- Es que no piensas en dos personas.

Eso funcionará. Aunque, en fin, no es que yo lo haga, para ser sincero. No soy precisamente la persona menos egoísta del mundo. Yo solo pienso en mí mismo.

¡Ya está! Le haré algún reproche y cuando ella conteste le diré:

- Estoy harto de tus reproches.

En fin, tampoco tengo que pensarlo mucho, porque los reproches se me dan muy bien. "Fíjate bien cuando pienses que te estás hundiendo: quizás hagas pie". Bueno, yo siempre hago pie. Tal vez ese sea mi problema.

¿Qué hago? ¿Lo dejo o no lo dejo? ¿Lo dejo... o no... lo dejo?

(Este relato ganó el concurso semanal de microficción del bar Aleatorio de Madrid).

lunes, 4 de febrero de 2019

Milagros de santos XIII: el Santo Niño de La Guardia

Los que habéis estado en Toledo o en su provincia tal vez conozcáis la historia del Santo Niño de la Guardia, leyenda según algunos, verdad según otros y, lo más probable, invención según otros más. Los que no la conozcáis podéis leerla en la Wikipedia o seguir leyendo este artículo, pero os adelanto de que se trata probablemente del mayor caso de invención desde el ya citado de los libros plúmbeos del Sacromonte.

Resulta que en la década de 1480 se acusó a varios judíos de haber asesinado y crucificado ritualmente a un niño en La Guardia (Toledo) durante la Pascua judía, según algunos para burlarse de la fe cristiana. Aunque nunca apareció ningún cadáver, las efectivas técnicas de la Inquisición lograron que todos los implicados confesaran los mismos hechos. ¡Pobres!


Como hemos dicho, se trata de uno de los mayores tongos de la historia de la religión católica, hecho que se demuestra porque el antisemitismo reinante en toda Europa hizo que se fabulasen casos similares en toda Europa, llamados "calumnias de sangre", siendo tal vez el caso más famoso el de Hugh de Lincoln. Sin embargo, la devoción popular que se creó en torno al inexistente niño mártir de Toledo hicieron que a posteriori varios sacerdotes escribieran sendas biografías, dándole como nombre Cristóbal (por darle alguno, vamos) y adjudicándole la friolera de ¡casi seiscientos milagros!

¡Qué imaginación tienen algunos!

Me pregunto cuándo la Iglesia lo quitará de la lista de los santos, como hizo con el ya mentado en esta serie caso de San Cipriano de Antioquía.

Milagros de santos XII: peligrosa virgen

Desde que vivo en Madrid me ha llamado la atención que una céntrica calle está dedicada a Nuestra Señora de los Peligros. Lo curioso del nombre me hizo investigar y resulta que, al igual que en el caso de San Isidro, esta advocación de la virgen María se venera tanto en Madrid como en Murcia. Según la tradición (coletilla que siempre hay que usar en estos casos), en la Edad Media un murciano que había hecho fortuna en Madrid se encontró una talla de la virgen e inmediatamente la identificó como la Virgen de Sopetrán y le dio culto en su casa. Pero cierta noche soñó que la talla (o la virgen) le pedía que quería ser venerada en Murcia, donde la llevó, al parecer con gran éxito pues hasta el día de hoy es adorada ahí. En Madrid hay otra talla, en la iglesia precisamente llamada de Nuestra Señora de los Peligros, en la calle Joaquín Costa, cerca de la avenida de América.

Pero vamos al grano. ¿A qué se debe el nombre de esta virgen? Resulta que, siempre según la leyenda, una madre desesperada al ver que su hija había caído a un pozo invocó a la Virgen para que la salvara de los peligros de golpearse, morir ahogada y ser arrastrada hasta la alcantarilla. No sabemos si la se lo concedió, pero se ve que el nombre pegó y hasta hoy...