miércoles, 30 de septiembre de 2015

¡Qué leal o qué heroico debió de ser ese perro para merecer el ser disecado! (R. Gómez de la Serna, "El rastro")

Los artistas

Dioses-niños del siglo XXI.

¡Hazlo, Aldo!

No lo entiendo

Me cambio constantemente de compañía telefónica para ahorrar y cada vez acabo pagando más.

"Relatos salvajes"

Los cineastas de Relatos salvajes se olvidaron de meter en la película una historia sobre compañías telefónicas.

Que te pongan una multa por exceso de velocidad en la M30

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Michelangelo Antonioni no tenía ni idea de música

De no ser así, ¿cómo es posible que dejara fuera de la banda sonora de Blow Up "Bringing Up the Birds", el monumental tema que compuso Herbie Hancock para la película?

¿Es verdad que Eduardo Pondal escribía de pie?

No he encontrado en Google ninguna imagen que verifique la leyenda urbana de que el bardo galiciano escribía en tal viril postura.

El signo de los tiempos en los que vivimos

Hacer cine malrollero y justificarse diciendo que uno es un humanista que critica la deshumanización de la sociedad actual.

martes, 15 de septiembre de 2015

Ariel

¿A quién se le ocurrió poner un nombre hebreo a un jabón? ¿Qué es? ¿Una broma de mal gusto?

sábado, 5 de septiembre de 2015

Concurso de cine 39: "The Wizard of Oz" (resuelto)

Hacía mucho que no ponía uno de mis enigmas cinematográficos. El de hoy es facilito. Se trata de contestar en los comentarios a la siguiente pregunta:

¿Qué actriz iba a encarnar en principio el papel de Dorothy en The Wizard of Oz (El mago de Oz, Victor Fleming, 1939), que finalmente interpretó Judy Garland?


Mucha suerte a todos.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Hoy con... Adolino Campo

Este "Hoy con..." es muy especial para mí. No se trata de un retrato cualquiera, sino de nada menos que Adolino Campo Rubiás, el hermano de mi abuela, que luchó en la Guerra Civil Española. Tiene 97 años y fue de la llamada "Quinta del Biberón", los más jóvenes que se incorporaron a la contienda. No creo que queden vivos muchos más combatientes de este conflicto armado. No es un héroe pero merece respeto.


Un poquito refunfuñón, pero muy cariñoso, recuerdo que cuando yo era pequeño estábamos siempre con él. Me gustaría saber por qué nunca se casó. A su edad, Lino, como se llamamos su familia, todavía se hace la comida todos los días, así como la mayoría de las tareas de la casa.

Le encanta contar historias y anécdotas, pero nunca me ha permitido que le grabe contándome batallitas de la guerra. Aun así, voy a hacer un poquito de trampa y contar algunas de ellas aquí. Me contó que su batallón tuvo que recorrer Aragón entero a pie en dos ocasiones, tras una primera retirada. En muchas ocasiones tuvieron que dormir al raso sobre la nieve. También me contó que una vez les disparó su propia aviación.

Otra historia se enmarca cuando Lino estaba limpiando su arma y le saltó a la cara un trozo de metralla. Tuvo que estar unos días en el hospital pero, al salir, decidió no volver a su puesto sino irse a casa, a Lugo. Tras bastante tiempo, un día fue a acompañar a un amigo a la estación de tren y (¡horror!) ahí vio a su sargento, que también era de la misma ciudad, y le preguntó cuándo regresaba al frente (sin hacer alusión al hecho de que había estado ausente tanto tiempo). Él respondió que al día siguiente. A todo esto, le tuvo que preguntar dónde estaba el batallón, lo cual ya lo delataba. Llegó a la posición temeroso de enfrentarse a un fusilamiento, cárcel u otro castigo por deserción. Sus compañeros le dijeron "¡La has armado!" e informaron al superior: "Campo está aquí". Este tan solo dijo: "Que se reincorpore a su antiguo puesto". Se salvó de una buena.

Desde estas líneas, dedico un afectuoso abrazo a mi tío-abuelo.

martes, 1 de septiembre de 2015

Tráfico gráfico


"Ante el vicio de atosigar existe la virtud de pasar olímpicamente" (Inma)

Sé que en realidad Ortega y Gasset y Unamuno eran la misma persona

Ortega y cassette

Más tuerto que un mastuerzo

John Leguizamo

Te canto en Tres Cantos

Este verano ha sido tan caluroso que hasta los pájaros buscan refugio en lugares insólitos

Las matas en Las Matas

Entrevista con Alberto García-Alix

Sufrí una especie revelación la primera vez que vi una foto de Alberto García-Alix, al igual que a él le ocurriera al ver una de August Sander. Hasta entonces la fotografía no me decía gran cosa. Se me presentó la oportunidad de entrevistarle y, por supuesto, no lo dudé. Este es el resultado.

"Siempre uso las tapias de mi barrio como fondo: la mía es una puesta en escena pobre"



- Me da la sensación de que con tu fotografía lo que haces es desnudarte ante el público.

- Yo no me desnudo por nadie, nunca. El desnudo del cuerpo no es el desnudo del alma. Me desnudo con la palabra, con el guión de De donde no se vuelve, no con la imagen. La imagen es más una máscara o el espejo de la máscara.

- ¿Tienes necesidad de expresarte o de comunicarte con los espectadores?

- Nunca pienso en ellos, pero, de alguna manera, ellos son un espejo, que me muestran si encontré un camino para expresar mis emociones o emociones comunes.

- Tus retratos (en los que a menudo, para mostrar una personalidad, en vez del rostro muestras otro aspecto de su persona, ropa...) llegan a la esencia del retratado. ¿Cómo lo haces?

- No lo sé, pero pienso que un retrato no es sólo el rostro, sino algo que nos pertenece y que sólo es nuestro, algo que nos desvela lo que quiere expresar la foto. La fotografía es un camino de búsqueda. Toda la magia empieza cuando miras por la cámara. No antes... para mí, claro. Desde ese punto de partida, buscas lo que te interesa. La virtud está en la mirada, para mirar a los demás, a uno mismo, al entorno. No sé lo que voy a hacer ni tengo nada preparado, sólo la cámara. El ejercicio del hecho fotográfico empieza cuando miro por el visor. A partir de ahí, se producen un montón de resonancias y reverberancias, de tipo técnico y metafísico.


- Como sabes, otra de mis fotógrafas favoritas es Ouka Leele, que utiliza mucho la puesta en escena, mientras que da la sensación de que tú apuestas por el minimalismo. Además, da la sensación de que reflejabais las dos caras de la movida madrileña: ella el claro y tú el oscuro.

- Lo mío era lo oscuro. Es todo al revés, pero así es mi vida. No veo aquellas fotos oscuras, al contrario, las veo llenas de hedonismo, del placer de vivir. Yo no fotografié la movida. No tenía esa conciencia. Si no, nunca lo haría. Yo solo tenía mi pequeño entorno. Nunca salí de noche. Miguel Trillo y Pablo Pérez Mínguez sí hicieron un trabajo de documentación de aquel tiempo. Mi problema entonces es que no era consciente, no tenía consciencia del hecho fotográfico, eso lo tuve más tarde. Yo era totalmente virgen. La primera vez que vi una exposición en mi vida fue una de August Sander y me quedé noqueado. Por primera vez vi algo que intuía que era el poder de la mirada. Me dejó tocado. Ya nunca nada volvió a ser lo mismo.

- A mí me pasó eso con tu trabajo.

- En cuanto a lo que dices de la puesta en escena, yo siempre he trabajado con las tapias de mi barrio como fondo, pero eso también es una puesta en escena. Desde el momento en que estás aislando algo, ya hay puesta en escena. Lo único que la mía es una puesta en escena pobre.

- Tus fotos reflejan que vives al límite.

- "La vida al límite", sabe Dios lo que es eso, tío. Eso son tonterías.


- Siempre que te he visto participar en una mesa redonda te muestras muy vehemente y confrontacional. ¿Es que no respetas los puntos de vista de tus compañeros?

- Sí, hombre, por favor... lo que pasa es que no soy tonto y veo lo que veo. Por ejemplo, lo que pone en el libro que editó la Fundación Telefónica sobre Virxilio Vieitez, de que era un gran iluminador y todo eso es para echarse a reír. ¿Por qué la necesidad de ser políticamente correctos, de no ser francos? No miento, a lo mejor me equivoco.

- Últimamente te estás centrado bastante en el medio audiovisual.

-  Sí, últimamente he hecho un vídeo para el Reina Sofía y eotro para una exposición en París. Para mí es importante que partan de un guion, de un texto.

- Y ayudaste a tu hermano Carlos con El honor de las injurias.

- Fui yo el que ideó la película. Carlos hizo la investigación. Iba a dirigirla yo, lo que pasa es que no nos entendimos (entre hermanos es normal) porque teníamos distintas formas de ver la historia, así que me salí del proyecto. Yo soy muy desordenado, hubiera desordenado la película. Carlos es un gran narrador y tenía sus ideas, lo cual es muy loable.

- ¿Qué proyectos tienes? Creo que hay pocos libros que recopilen tu obra. ¿Vas a hacer alguno más?

- Me encanta hacer libros, tengo pensado hacer uno nuevo sobre el proyecto que he presentado en la Maison Européenne de la Photographie en París. En cuanto al número de libros, hay unos doce: mejores, peores...

Fotos de Jesús de la Vega. Asistente: Carlos Escolano.