miércoles, 20 de septiembre de 2017

Letras de canciones chorras

Cuando escuchamos canciones de moda no nos fijamos mucho en la letra. A menudo nos descubrimos a nosotros mismos tarareándolas y no nos damos cuenta de las solemnes tonterías que estamos diciendo, por no hablar de las veces que descubrimos mucho más tarde que lo que llevábamos tiempo cantándola incorrectamente. Por ejemplo, yo de pequeño pensaba que en la canción "Sufre, mamón" decía "Sufre, mi amor". Por cierto, que buscar en internet no sirve de nada, porque te encuentras de todo. Por ejemplo, el famoso tema del gran Fary "La mandanga" yo pensaba que decía "Dame la mandanga y déjame meter", ayer un tipo por la calle cantaba "Dame la mandanga y déjate de té" (que la verdad es que tiene sentido) pero en internet pone "Dame la mandanga y déjate de tema" (¡ridículo!) y mil otras cosas.

Pero es que si te fijas las canciones no tienen ningún sentido. Por ejemplo, la famosa canción andina "Verbenita" dice

Ábreme la puerta, Verbenita,
que no soy ladrón.
Por la llave vengo, Verbenita,
de tu corazón.

y luego dice:

¿Por qué has venido, quién te ha llamado, Verbenita?

¿Pero en qué quedamos? Esta canción es que la escribió alguien con desdoblamiento de personalidad o un bipolar o como se diga.

Otra canción que me hace mucha gracia es "El jardín prohibido" de Sandro Giacobbe, la famosa en la que el narrador se folla a la mejor amiga de su pareja y encima va y dice: "Lo siento mucho, la vida es así, no la inventado yo". Tío, tú lo que eres es un cacho cabrón. ¡Y encima con recochineo!

jueves, 14 de septiembre de 2017

Somos feministas

Mi pareja y yo vamos a tener un bebé. Somos feministas, así que hemos aprovechado la ley que permite cambiar el orden de los apellidos de nuestra criatura para que el de ella vaya antes que el mío. Claro que ella también tiene antes el apellido del padre que el de la madre, así que mañana mismo va a ir al juzgado para cambiarse el orden. Aunque, bien pensado, me estoy dando cuenta de que mi suegra también tiene antes el apellido de su padre que el de su madre.

(Y así sucesivamente...).

El planeta XK2 (apunte para un relato de ficción científica)

En el planeta XK2 la sociedad es ultracapitalista. Todos sus habitantes están obsesionados con la belleza física.Tanto es así que no les basta con recurrir en masa a la cirugía plástica, ya que se dan cuenta de que esos caracteres bellos no pasarán a su descendencia. Así que una empresa ofrece, por muchísimo dinero, una especie de seguro que garantiza que todas las generaciones venideras se podrán operar a tierna edad para obtener esos rasgos bellos de los que tanto presumieron (su dinerito les costó) padres, abuelos, bisabuelos y etcétera. La idea resulta todo un éxito. Todo el mundo quiere hacerse el seguro, así que los precios se aumentan estratosféricamente, para que solamente los multimillonarios puedan distinguirse de los demás. En esta sociedad ultracapitalista solo los ricos son bellos.

Además, se da otra circunstancia, y es que se produce un cambio en lo que la sociedad considera bello. Como el hecho de poder haerse muchas operaciones quirúrgicas plásticas es demostrativo de gran poder adquisitivo, se pone de moda hacerse operaciones para parecer plasticosos. Todos los ricos, tanto machos como hembras, parecen muñecos inflables.

Para colmo, aparecen clínicas plásticas de segunda categoría que ofrecen cirugía de mala calidad, que solo dura unos meses y luego se empieza a deteriorar. ¿Cómo logran abaratar costes estas clínicas? El cirujano es también el recepcionista y lo hace absolutamente todo. Por otro lado, hay que decir que las operaciones se hacen al instante. Ni que decir tiene que casi nadie quedaba contento con el resultado de estas clínicas de segunda.

(Me doy cuenta de que este relato no es tan extravagante como querría ya que la situación en esa sociedad extraterrestre no está tan lejos de la nuestra).

Un investigador escrupuloso (apunte para un relato)

Un investigador muy concienzudo y a la vez muy digno y legalista se empeña en conocer todo lo relativo a la cuestión que le interesa, llegando a las mayores profundidades, pero, eso sí, como es tan puntillosamente decente, no acepta hacer fotocopias porque incurriría en un delito contra la propiedad intelectual. La misma escrupulosidad le impide comprar ni tomar prestadas copias piratas de libros, discos y videos que le interesan y mucho menos bajárselos de internet. ¡Oh contradicción!