miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mini-crítica de "Eversmile, New Jersey"

Eversmile, New Jersey (Sonrisas de New Jersey, 1989) es el tercer largometraje y el único en lengua inglesa realizado por mi admirado Carlos Sorin, justo después de la genial La película del rey (1986), a la que no llega ni a la altura de los talones.

La película, supuestamente una comedia (aunque con ella no me reí ni una sola vez), trata sobre un Cristo dentista que atraviesa el desierto de Patagonia evangelizando a los parroquianos sobre las virtudes de la salud dental, a la vez que del American Way of Life.


Sinceramente, no entiendo a qué viene esta obra en la filmografía del gran director argentino, que ha tenido alguna cagada más que sonada (aparte de esta, La ventana, por ejemplo), más que aprovecharse del tirón de un entonces en plena pujanza Daniel Day-Lewis en el mismo año que hizo My Left Foot: The Story of Christy Brown, de Jim Sheridan. Ignoro la trayectoria comercial de esta cinta pero me imagino que estaba destinada al público anglosajón, al sospecho que esta odisea crístico-sudamericana les trajo al pairo.

Es verdad que la cinta está rodada con el habitual preciosismo de Sorin (que en esta ocasión trabajó con Esteban Courtalon como director de fotografía), pero lo absurdo del tema y lo burdo del guión hacen de esta una película completamente risible. Resulta ridículo ver a los paisanos de la Patagonia profunda hablar en inglés (aunque reconozco que si fuera una película de época o de ciencia-ficción sí aceptaría el artificio y la convención). Para colmo, la producción no utiliza el sonido directo que tan buenos resultados ha dado en el cine anglosajón y en el cine de Sorin más reciente, sino que está doblada. Al lado de las películas del realizador porteño a las que estamos acostumbrados, con esas historias mínimas de gente normal que se interpretan a sí mismos y que merecerían Oscars por sus actuaciones, con tanta verdad, esta película resulta completamente falsa y (nunca mejor dicho) ortopédica.

Sobre este film ha dicho C. Aguilar (2009): "Segundo largometraje [en realidad es el tercero] de Carlos Sorin [...] planteado como coproducción anglo-argentina con la yugoslava Mirjana Jokovic de coprotagonista. La historia también es pintoresca [...]. Lástima que el tratamiento superficial y la estética publicitaria estropeen el conjunto". ¡Chapeau, Carlos!

El equipo de L. Martin (2011) la califica con una estrella y media sobre un total de cuatro y afirma: "If you've waited all your life to see a film about a traveling missionary dentist, wait no more [...]. Offbeat, to say the least, but grows wearisome after a while".

No hay comentarios:

Publicar un comentario