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The Pelayos (Eduard Cortés, 2012) es una película que vale más la pena por la historia que cuenta que por su calidad cinematográfica, pues deja bastante que desear, sobre todo en el apartado del guión. La cinta relata la aventuras reales de la familia García-Pelayo, una familia cuya historia ya conocerán los aficionados a las matemáticas como yo y que ya había sido objeto de una película de ficción y un documental anteriormente. Como se puede imaginar, se trata de una familia nada convencional. ¿Qué es lo que tiene de especial? Que se dedican a desbancar casinos utilizando un método basado en la estadística ideado por el patriarca, Gonzalo García-Pelayo, un auténtico hombre polifacético que anteriormente había sido presentador de radio y televisión, productor discográfico (descubridor de María Jiménez y José Mercé), director de cine, dueño de bares e incluso apoderado de toreros. Pues bien, Gonzalo descubrió que en las ruletas los números nunca salían por igual todos los números, sino que todas tenían alguna imperfección en su fabricación que hacía que algunos números fueran más frecuentes (al parecer desde entonces los casinos han mejorado la fabricación de ruletas -ese juego que dicen que inventó Pascal- y ahora sí que salen los números por igual). Gracias al programa informático diseñado por el patriarca del clan de los Pelayo, un matemático aficionado que deberíamos calificar de verdadero genio por su control de dos disciplinas matemáticas tan apasionantes y que siempre van de la mano: la probabilidad y la estadística. El patriarca Pelayo pone a trabajar en su pequeño gran sueño a toda su familia, que llevan a cabo el plan como si de una operación industrial se tratara, con la excepción de su hija, que trata de ganarse la vida "decentemente", como si del hijo honrado de la familia Churumbel se tratara.
En cuanto al guión, se trata de una película tramposa, pues si venir a cuento, hacia el final de la película cambia lo que hace avanzar la historia y de repente aparece como motor del guión la historia de amor entre Iván García-Pelayo y la amante china que comparte con su padre. Hasta este momento sólo en una ocasión Iván le había dicho a Hui que iba a ganar cien mil euros y luego dejar el juego, a lo que ella no contestó nada. Es la única ocasión en la que se habla de un posible futuro juntos y, de repente, se nos muestra que la chica se quiere ir de viaje mientras que el chico duda entre irse de viaje y continuar con "el sueño de su padre", o sea, su intento por desbancar el casino, cosa que no se nos había explicado antes. De repente, la chica se va y el espectador se queda perplejo
Conocía a Cortés por una película que me pareció bastante mejor que ésta: La vida de nadie (2002), con un José Coronado particularmente en estado de gracia y, como decía, esta nueva cinta me decepcionó un poco por su guión, pero la historia que cuenta impide que uno se aburra.
Ficha en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt1843202/
Ficha en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film975768.html
Actualizado el 19/10/2012
The Pelayos (Eduard Cortés, 2012) es una película que vale más la pena por la historia que cuenta que por su calidad cinematográfica, pues deja bastante que desear, sobre todo en el apartado del guión. La cinta relata la aventuras reales de la familia García-Pelayo, una familia cuya historia ya conocerán los aficionados a las matemáticas como yo y que ya había sido objeto de una película de ficción y un documental anteriormente. Como se puede imaginar, se trata de una familia nada convencional. ¿Qué es lo que tiene de especial? Que se dedican a desbancar casinos utilizando un método basado en la estadística ideado por el patriarca, Gonzalo García-Pelayo, un auténtico hombre polifacético que anteriormente había sido presentador de radio y televisión, productor discográfico (descubridor de María Jiménez y José Mercé), director de cine, dueño de bares e incluso apoderado de toreros. Pues bien, Gonzalo descubrió que en las ruletas los números nunca salían por igual todos los números, sino que todas tenían alguna imperfección en su fabricación que hacía que algunos números fueran más frecuentes (al parecer desde entonces los casinos han mejorado la fabricación de ruletas -ese juego que dicen que inventó Pascal- y ahora sí que salen los números por igual). Gracias al programa informático diseñado por el patriarca del clan de los Pelayo, un matemático aficionado que deberíamos calificar de verdadero genio por su control de dos disciplinas matemáticas tan apasionantes y que siempre van de la mano: la probabilidad y la estadística. El patriarca Pelayo pone a trabajar en su pequeño gran sueño a toda su familia, que llevan a cabo el plan como si de una operación industrial se tratara, con la excepción de su hija, que trata de ganarse la vida "decentemente", como si del hijo honrado de la familia Churumbel se tratara.
Conocía a Cortés por una película que me pareció bastante mejor que ésta: La vida de nadie (2002), con un José Coronado particularmente en estado de gracia y, como decía, esta nueva cinta me decepcionó un poco por su guión, pero la historia que cuenta impide que uno se aburra.
Ficha en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt1843202/
Ficha en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film975768.html
Actualizado el 19/10/2012
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