martes, 23 de octubre de 2012

Greatest Hits: Reseña de "Cartas de África"

La siguiente reseña de Cartas de África, de Arthur Rimbaud, con ilustraciones de Hugo Pratt (Gallo Nero, 2011) fue publicada originalmente en Crazy Minds el 28 de diciembre de 2011.

Dos europeos que quisieron ser africanos


Este volumen, el número 4 de la colección Gallographics, es una traducción (no muy buena, por cierto) de la publicada en 1991 por Edizioni Nuages de Milán, con dibujos del gran Hugo Pratt (1927-1995). Recopila las cartas que el francés Arthur Rimbaud (1854-1891) escribió a su familia y a algunos socios comerciales mientras estaba en África y Arabia, mientras se dedicaba a distintos negocios, entre ellos el tráfico de armas.
Las cartas no ofrecen una profunda perspectiva de la personalidad del escritor, pues en casi todas el autor de Una temporada en el infierno se limita a pedir libros y otros enseres a su familia; sólo en algunos breves pasajes leemos cómo describe el paisaje de esos lugares, así como sus gentes, y vemos hasta qué punto era una persona inconformista, insatisfecha, que nunca estaba a gusto en ningún sitio. Lo parte más dura de la obra la componen las últimas cartas, en las que el poeta francés explica cómo el dolor que le producía el cáncer que corroía su pierna le hizo contratar un equipo de porteadores para que lo llevaran hasta el puerto a través del desierto, travesía en la que no pudo bajarse de la camilla ni para hacer sus necesidades.


Pero quizá lo más destacable de esta obra, y donde radica su diferencia, sea la gran sintonización existente entre el autor y el ilustrador que, más de cien años después, puso imágenes a lo que Rimbaud escribió. Y es que no podría haber un dibujante más idóneo para reflejar ese cruce de caminos y ese choque de culturas que es el cuerno de África, donde Pratt se crió. El historietista italiano, igual que Rimbaud, aprendió la lengua local, se mezcló con los lugareños, vivió entre ellos y se empapó del colorido, la riqueza, la belleza de esas gentes (que para algunos son las más bellas de África y del mundo) y de esos paisajes.

En resumen, se trata de una obra que va a atrapar tanto al seguidor de la literatura de Rimbaud, como a los de los cómics y acuarelas de Hugo Pratt y si te encuentras en alguno de estos dos grupos ¡tienes que hacerte con ella!

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