La siguiente reseña fue publicada el 6 de enero de este año en Crazy Minds.
Recientemente ha salido al mercado Medio a medias (Ezten Kultur Taldea), una recopilación de historietas de Herminio Bolaextra, el reportero más bandarra del mundo de la historieta y el personaje gracias al cual gran parte del público conocimos a Mauro Entrialgo en su faceta más gamberra.
Tema aparte es el del dibujo, porque la aparente simplicidad de líneas del autor esconde una economía de trazos genial, que lo emparenta con el gran Calpurnio o el simpar Álvarez Rabo y aunque parezca que el estilo del autor, de tan sencillo, es intemporal, probad a comparar una historieta de sus inicios con una de ahora y veréis cómo sus líneas están aún más depuradas. Quizá ahí esté la verdadera genialidad del autor.
Herminio Bolaextra, igual de crápula pero menos gracioso
Recientemente ha salido al mercado Medio a medias (Ezten Kultur Taldea), una recopilación de historietas de Herminio Bolaextra, el reportero más bandarra del mundo de la historieta y el personaje gracias al cual gran parte del público conocimos a Mauro Entrialgo en su faceta más gamberra.
Se
trata de la tercera recopilación de aventuras del personaje hasta el momento,
aparte de otros dos libros que no son de cómics: la obra de teatro Herminio y Miguelito (La Factoría, 1999)
y el manual Cómo convertirse en un hijo
de puta (Astiberri, 2004) En esta nueva entrega, que colecciona medias
páginas (de ahí su nombre) aparecidas en la revista gasteizarra TMEO desde 2000
hasta 2010, tenemos a un Herminio igual de crápula e hijoputa que siempre, pero menos
gracioso. Y es que parece que Entrialgo
ha convertido el humor de su personaje, tan fresco en los ochenta y los
noventa, en algo demasiado formulaico, casi siempre basado en el mismo tipo de
malentendidos por el doble sentido de alguna palabra. Parece como si Entrialgo hubiese ido clasificando las
paridas que se le ocurren y, si antes las mejores iban para Herminio, ahora el
personaje se tiene que conformar con un tipo de humor basado en juegos de
palabras sin mucha chicha, mientras que otro tipo de ocurrencias más sabrosas
van destinadas a otros de los muchos personajes con los que el autor afincado
en Madrid ha creado y publicado en los últimos años en revistas como El Jueves y periódicos como Público y El País, entre muchas otras cabeceras. Parece que Herminio ha
pasado de ser la diva a ser un segundón en la consideración creativa de Mauro.
Tema aparte es el del dibujo, porque la aparente simplicidad de líneas del autor esconde una economía de trazos genial, que lo emparenta con el gran Calpurnio o el simpar Álvarez Rabo y aunque parezca que el estilo del autor, de tan sencillo, es intemporal, probad a comparar una historieta de sus inicios con una de ahora y veréis cómo sus líneas están aún más depuradas. Quizá ahí esté la verdadera genialidad del autor.
En todo
caso, el albumcito sólo cuesta siete eurillos y unas risas os echáis fijo. Quizá
alguno de vosotros encuentre más enjundia que este humilde crítico a estos
chistes repletos de sal gruesa, cocaína, cubatas y juegos de palabras no muy
resultones, así que ¡vosotros mismos!
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