martes, 5 de febrero de 2013

"Susana" en el cine-club de La Esencia

Seguimos con el ciclo de la etapa mexicana de Luis Buñuel en el cine-club de La Esencia (Esperanza 8, Madrid). El próximo lunes, día 11, proyectaremos nada menos que ¡dos largometrajes! El plato fuerte será la muy buñueliana Susana, también conocida como Demonio y carne, película del año 1951 con Rosita Quintana y Fernando Soler en los papeles principales, pero antes veremos el documental televisivo de largo metraje Él. Buñuel visto por sus colaboradores de Carles Prats y Manel Mayol (2000). Todos ustedes están invitados. ¡Traigan a sus amigos!


Sinopsis de Susana (Demonio y carne): Susana escapa del reformatorio donde ha estado encerrada 15 años y llega a la hacienda de don Guadalupe. Allí es recibida como un miembro más de la familia por doña Carmen, su hijo Alberto, la sirvienta Felisa y el caporal Jesús. La paz de esta familia católica se verá amenazada por la joven, que introduce la tentación en su seno. Sus coqueteos y falsa inocencia encenderán la pasión de los varones de la hacienda, sembrando la discordia entre ellos (adaptado de la reseña de filmaffinity).

El gran crítico Carlos Aguilar ha dicho sobre Susana "[...] esta apasionante historia de una joven devoradora de hombres anticipa otro film de Buñuel, Diario de una camarera. La fuerza narrativa y la riqueza estética y conceptual no desmerecen de los mejores loros de su genial realizador".

Ficha de Susana en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0043018/
Ficha de Susana en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film196302.html
Ficha de Él. Buñuel visto por sus colaboradores en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt1396563/

Algunas reflexiones personales sobre la película

Mientras veía la película se me ocurrieron tres reflexiones que quería comentar a los asistentes a la sesión del lunes, pero en cuanto acabó la proyección todos salieron volando en esta ocasión, así que he decidido ponerlas aquí.

En primer lugar, hay una frase que Buñuel pone en sus memorias y que se me quedó grabada. Viene a decir que Hemingway nunca sería nada sin los cañones estadounidenses y que, por ejemplo, un escritor tan bueno como Galdós no ha recibido el aplauso que se merece sólo por el hecho de ser español, de un país que no es una potencia en los ámbitos económico y militar. Pues bien, lo mismo se podría aplicar al propio Buñuel, porque esta película, Susana, es una auténtica obra maestra, con un guión elaboradísimo en el que todo tiene sentido, como si se tratara de un encaje de bolillos, y sin embargo, no se trata de una obra de referencia por tratarse de una cinta grabada en México, con actores mexicanos y director español, no estrellas hollywoodienses. Sin embargo, en su análisis de la relaciones entre ambos sexos y su continua "guerra", Buñuel ha sido aquí agudísimo, tanto o más que otro genio del tema, como ha sido Alfred Hitchcock, que, este sí, ha sido reconocido, pero claro, él era anglo-estadounidense, y no hispano-mexicano.

En segundo lugar, a la película se le han reconocido sus valores por parte de varios críticos, pero invariablemente se ha criticado su final feliz, incluso por el propio Buñuel en el libro de entrevistas Es peligroso asomarse al interior (titulado en otras ediciones Buñuel por Buñuel). Sin embargo, yo creo que este final le viene como anillo al dedo al sentido de la película, es más, sólo cabía este final, y resulta aún más subversivo en cuanto a su capacidad de crítica a la institución familiar de lo que lo sería un final comprometido, militante, pues pone aún más de manifiesto lo absurdo de esta institución, pues unas horas antes la familia estaba a punto de matarse y de repente todo se arregla como por encanto tras la marcha del elemento desestabilizador: Susana. Esto me recuerda también a la duplicidad de finales de Los olvidados. Cuando la proyectamos en el cine-fórum algunos asistentes lo rechazaron por hollywoodiense y feliz, pero no hay que olvidar que Luis Buñuel siempre tuvo una especie de relación de amor-odio con el cine estadounidense, escribió de joven un artículo caracterizando este tipo de cine y que prefería este cine al de los prebostes franceses tipo Abel Gance, al que detestaba. Creo que en Los olvidados ambos finales funcionaban igualmente y que el feliz es quizá más redondo, con la vuelta del chico al reformatorio, claro que el ánimo de realismo que impulsó al director a hacer esta película no aceptaba el final feliz.

Por último, ahondando más en un tema ya apuntado más arriba, me gustaría relacionar esta película con Teorema de Pasolini, pues en ambas aparece en la tranquilidad de la unidad familiar un elemento desestabilizador que tiene relaciones con todos los miembros de la familia y logra enfrentarlos.

(Actualizado el 13/02/2013).

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