martes, 9 de octubre de 2018

Otra leyenda del charro negro

Hay otra leyenda mexicana distinta con el mismo título. Cuenta la leyenda que una bella chica llamada Adela vivía en un pequeño poblado y su madre constantemente la reprendía por lo coqueta que llegaba a ser con los hombres. Al no estudiar ni trabajar, Adela aprovechaba sus ratos libres para andar de cita rompiendo corazones. Por ese motivo muchas personas no la veían con buenos ojos.

Una noche, la bella campesina se quedó de ver con uno de sus tantos pretendientes, pero en el camino, de repente a lo lejos vio el andar de un caballo con un charro montado que iba hacía ella. Al llegar, el caballo se postró a su lado y la chica quedó deslumbrada, pues el charro que lo montaba era muy apuesto y lucía un hermoso traje negro con unas elegantes botas negras y espuelas de oro. El guapo hombre de inmediato invitó a la bella doncella a subir a su caballo y ella no se pudo resistir, incluso olvidó la cita que ya tenía pactada. En cuanto se subió, el jinete tomó su camino rápidamente y unas llamas los envolvieron, Adela gritaba fuertemente para tratar de descender pero no tuvo éxito. Solo algunas personas lograron ver lo que estaba sucediendo. Aquel hombre era nada más y nada menos que el mismísimo Diablo, que vino por una bella dama para llevarla con él al infierno.

Nunca más se supo nada de Adela y para muchas personas, ella solo se había ido con uno de sus tantos pretendientes para no regresar jamás.

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