lunes, 5 de mayo de 2014

Documenta. Día 5. "Focus on Directors", la hijastra pobre del festival

Si ayer alababa a la organización de DocumentaMadrid 14 por las películas elegidas hoy tengo que darle un tirón de orejas por cómo ha descuidado la sección Focus on Directors, que se desarrolla en el cine Doré de la Filmoteca Española.

Me entero de que no se proyectará Bertolucci on Bertolucci, pero bueno, son cosas que pasan, la copia no llegaría a tiempo o sabe Dios qué otros inconvenientes se habrán producido. El problema no es ese. Para empezar, no hay ni un solo folleto con el programa del festival en el cine; tampoco hay absolutamente nadie de la organización (al contrario del año pasado). Pero la cosa no acaba aquí: al proyectar el anuncio de cabecera del festival, que se pone antes de cada película, se ve el escritorio del ordenador del que se está proyectando, con el puntero del ratón y no a toda pantalla sino minimizado. Y esto no ocurrió la primera vez por un error, sino que es así todas las veces. En las proyecciones de la sala 2 ni siquiera se proyecta este anuncio, pero no acaba ahí la cosa: Walden (Jonas Mekas, 1969) -diario fílmico de tres horas de duración que me aburrió bastante- hoy se ha proyectado sin subtítulos. En la ficha pone que es una película "sin diálogos", lo cual es totalmente falso, y, aunque así lo fuera, ¿qué me dicen de los rótulos? Pues es bien sabido que el cine de Mekas juega en gran medida con lo textual. ¿Por qué, entonces, sí subtitularon Outtakes, que tiene exactamente la misma estructura?

Bien, después de mi diatriba contra la organización, pasamos a la crónica de lo que dio de sí la jornada de ayer: las otras películas que vi fue el largo hispano-cubano Hotel Nueva Isla (Irene Gutiérrez), de nuevo un film observacional de ritmo calmado, que, según mi amigo Sixto Cid, va a ganar en la sección Panorama porque al actual director del festival le gusta este tipo de cine.


Lo mejor, en mi opinión, de la jornada, viene de nuevo de parte de Fernand Melgar, quien, con su serie de siete cortos documentales realizado para una televisión suiza Premier jour, muestra de nuevo su humanismo y su capacidad para empatizar tanto con los sujetos protagonistas como con el público. Cada episodio trata sobre el primer día en que una persona hace algo (trabajar, ir a clase, boxear...) y sigue a esa persona sin interactuar con ella, siguiendo la férrea filosofía de trabajo que el autor se ha autoimpuesto, sin concesiones a un esteticismo vacuo. Pese a todo, en Le combat me parece coger a Melgar en un renuncio pues el uso, en un momento del film, de la cámara lenta, no creo que estuviese en su decálogo de parquedad documentalista. En todo caso, un gran descubrimiento.

A partir de mañana voy a tener que compartir mi labor de visionado de películas y crítica con mi trabajo matutino. A ver cómo me las apaño...

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