Me encanta viajar por España. Y lo mejor de los viajes es que siempre das con una iglesia o ermita donde en tiempos se ha producido algún milagro.
Hace poco estuve en la sierra de Gredos y por casualidad di con la ermita de la virgen de Chilla, cerca de Candeleda. Resulta que en este lugar, conocido por ser sede de pastores (hasta el día de hoy), se han producido, según la tradición, un montón de prodigios, que los lugareños atribuyen a la mencionada virgen. El primero de esos milagros es el más llamativo. Resulta que hace mucho tiempo se hallaba un pastor llamado Finardo. Según la leyenda, al pastor se le murió una cabra y acto seguido se le apareció la virgen. Bajó al pueblo para tratar de dar la buena noticia a la gente del lugar, pero nadie le hizo caso, todos se rieron de él. Así que volvió a subir al lugar donde se halla hoy la ermita, donde (siempre según la leyenda) la virgen le impuso dos dedos, que se le quedaron marcados en la cabeza y le dijo que le iba a resucitar la cabre, tras lo que bajó a Candeleda de nuevo. Al ver los estigmas parece que la gente del pueblo ya sí le creyó y subieron todos al lugar mencionado, donde encontraron la cabra resucitada.
Ahora pregunto yo, ¿cómo sabían que era la misma cabra?
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