En el siglo IV después de Cristo ya se había acabado la etapa en la que el Imperio Romano
perseguía a los cristianos y pasaron a matarse entre ellos por un "quítame allá esas pajas" o, mejor dicho, un "quítame allá esos dogmas de fe". Lo que no sabe mucha gente es que la primera persona condenada a muerte por hereje de la historia de la cristiandad (o, mejor dicho, de la ortodoxia) era un oriundo de la provincia romana de Gallaecia: Prisciliano, que llegó a ser obispo de Ávila. El emperador usurpador Máximo (otro galaico), en contra de la opinión del papa Siricio, hizo que lo decapitaran en 385 en Tréveris, en la actual Alemania, por brujería. Sin embargo, todavía a día de hoy hay gente que cree que en realidad lo condenaron porque en su peculiar tipo de cristianismo se conservaban rasgos de las religiones de celtas y romanos. A saber: sus partidarios no celebraban sus ritos en edificios sino en cuevas y bosques, templos de los antiguos celtas; adoraban a la naturaleza, y permitían el sacerdocio de la mujer, que consideraban también sagrada, cosa que chocaba frontalmente con el patriarcado que preconizaban los judeo-cristianos. Como se puede leer en las actas de todos los concilios que se celebraron en la península y fuera de ella hasta bien entrado el siglo VII, el priscilianismo había arraigado entre el clero gallego, e incluso hay quien opina que se sigue practicando hoy en día como parte de la religiosidad popular del noroeste peninsular.
Este es el himno a Jesucristo atribuido a Prisciliano:
Quiero desatar y quiero ser desatado.
Quiero salvar y quiero ser salvado.
Quiero ser engendrado.
Quiero cantar; cantad todos.
Quiero llorar: golpead vuestros pechos.
Quiero adornar y quiero ser adornado.
Soy lámpara para ti, que me ves.
Soy puerta para ti, que llamas a ella.
Tú ves lo que hago. No lo menciones.
La palabra engañó a todos, pero yo no fui
completamente engañado.
¡Díganme si alguien capaz de escribir estos versos podía ser un brujo!
|
J.C. Carrière, guionista de L. Buñuel, interpreta a Prisciliano en el film "La Vía Láctea" (1969) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario