viernes, 20 de marzo de 2015
Un no-pensamiento, una no-imagen 122
Entro en el cine. La película me horroriza. Me quiero salir de la sala
pero hay tanta gente en mi fila que hacerlos levantar sería un rollo.
¿Salgo o no salgo?... ¿Salgo o no salgo?... Por fin, me armo de valor y
tomo la decisión: me levanto, hago levantarse a toda la fila y, en ese
momento, termina la proyección. Sólo me pierdo la última escena. No sé por qué, pero algo me dice que era la única escena interesante de todo el filme.
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