domingo, 9 de diciembre de 2012

Mini-crítica de "Holy Motors"

Acabo de ver Holy Motors (Leos Carax, 2012). Es la primera película que veo de este director y tengo que reconocer que lo que pensé cuando llevaba diez minutos de cinta fue "¿Qué mierda es esto?". De hecho, pensaba sólo poner eso en esta minicrítica, pero, sinceramente, no hubiera sido justo. Esa sería sólo una de las lecturas que se pueden hacer de la obra y, de hecho, la más pertinente para secuencias como las de las cancioncitas de la Kaily Minigou (Carrascal dixit) y Eva Mendes.


Se trata de una película personal, abierta a interpretaciones, con momentos de desbarre, deconstruccionista, sutil, postmoderna, metacinematográfica y, en mi opinión, crítica con la sociedad actual. Digo crítica porque una de las posibles lecturas de la cinta es que estamos en una sociedad tan acostumbrada a los medios de comunicación y en la que los medios se han metido tan dentro de nosotros, que todo el mundo está escenificando un papel en cada momento de su vida. Así, entiendo lo que pasa en la cinta como un gran reality show en el que todos tenemos que escenificar un papel por la mañana, otro por la tarde y otro por la noche cuando volvemos, cansados tras un día de trabajo, a nuestra casa y nuestra familia. ¿Pero es realmente nuestra familia?

En cuanto a lo de que es metacinematográfica, el film nos habla de la vida y del cine como fantasmagoría, que era como se llamaba a alguno de los precedentes del cine. Esta idea se justifica con los fragmentos de obras del pionero E.J. Marey. Me jode darle la razón al estudioso del cine primitivo Luis Martín Arias, pero es cierto que, como él se encarga de repetir una y otra vez, el cine tiene mucho de sombra chinesca, quizá de ahí el éxito del cine de terror en todos los tiempos, y es curioso que el cine digital vuelva a los orígenes del fotograma cuando falla el reproductor y vemos una especie de espectros, que realmente constituyen el fantasma de la imagen, como se ve en Holy Motors cuando el protagonista se duerme en la limusina. También hay al menos dos citas explícitas a mi ídolo Georges Franju: una a Yeux sans visage (la máscara neutra de la conductora) y la otra a Nuits rouges (la máscara roja de Fantomas).

Supuestamente en la peli sale Michel Piccoli, pero yo no lo vislumbré. ¿Alguien lo ha hecho?

Sobre esta película, su director, Leos Carax, ha dicho que partió de la imagen de las "larguísimas limusinas que se ven por ahí desde hace unos años [...]. Están totalmente en sintonía con la época, a la vez ostentosas y cutres. Son bonitas por fuer, pero su interior infunde una especie de tristeza, como una casa de citas. Aun así me conmueven, son algo anticuado, como los viejos juguetes futuristas del pasado. Marcan, en mi opinión, el fin de una era, la de las grandes máquinas visibles. Esos coches pronto se convirtieron en el núcleo de la película, en el motor, digamos. Los imaginé como grandes navíos que transportaban a las personas en su viaje final, en su último cometido. La película es pues una especie de ciencia ficcion, donde hombres, bestias y máquinas están en vías de extinción. 'Motores sagrados', solidarios, unidos por un destino común, esclavos de un mundo cada vez más virtual. Un mundo del que desaparecen, poco a poco, las máquinas visibles, las experiencias vividas, la acción".

(Gracias a Julius Richard por darme ideas que no utilicé :P)



Dos clarísimas referencias al cine de Franju

1 comentario:

  1. Si Carax a veces ha acertado o se ha acercado al blanco, no es desde luego con 'Holy Motors'. ¡¡¡Vaya pedazo de caca pretenciosa!!! Un saludo

    ResponderEliminar