sábado, 31 de agosto de 2013

Concurso de cine 23

Mientras esperamos que se resuevan nada menos que seis enigmas que aún están pendientes (7, 8, 19, 20, 21 y 22) proponemos otro:

Will More, con el autor de este blog

¿De qué destacado director de cine español es primo el actor de culto Will More?

miércoles, 28 de agosto de 2013

Entrevista con Raimundo Amador

Raimundo Amador es uno de mis músicos favoritos, aparte de una persona muy afable y cercana. En esta entrevista hacemos un repaso a toda su carrera como guitarrista y cantante, en diversas formaciones y en solitario, y a sus proyectos.

"Siempre he ido a la contra"


¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la música?
                      
Mis inicios fueron escuchando música ya en la barriga de mi madre porque mi padre era guitarrista de un concurso radiofónico que se llamaba Conozca a usted a su vecino de Radio Sevilla. Los locutores eran Conchita Núñez y Rafael Santiesteban. Por eso mi hermano se llama Rafael, porque fue su padrino. Vivíamos en unas chabolas donde luego se hizo la Expo y a mi padre le dieron trabajo en la base americana de Rota y, como tenia para mucho tiempo, dejó la radio y nos llamó. Cuando llegamos a Rota ya teníamos una casa; no era muy buena tampoco pero por lo menos no era una chabola. También estuvo trabajando en cruceros como artista por todo el mundo e incluso hizo una película sobre la época goyesca de los gitanos en Rusia. En Rota, de chiquitillo, empecé a tocar con una guitarra, pero no era de verdad, era de cartón. También le cogía la guitarra a mi padre y la tocaba. Más tarde nos fuimos por ahí a pasar el platillo y ahí empezamos. Un hombre nos llamó a su bar para que tocáramos ahí. Después montó otro bar que se llamaba Los gitanillos, por nosotros. Lo que vino después ya es historia: el cuadro de los Montoya, Veneno, Pata Negra...

Raimundo Amador, en una fotografía reciente

¿Qué supuso para ti, tanto socialmente como musicalmente, criarte en el barrio de las 3.000 viviendas en Sevilla?

Para mí, antes era muy bonito. Ha habido sus rolletes, pero se vivía muy bien. Ahora no puedo decir lo mismo. Que me perdonen los que les toque, pero se ha convertido en un barrio maldito. Yo tengo ahí a mis mejores amigos pero ya no es lo mismo. A parte que ya la mayoría de la gente que vive ahí ha cambiado. Yo recuerdo que en las casitas bajas no usábamos llave ni nada. Metíamos la mano por la ventana y ya. Había rateros y delincuentes pero no robaban ahí, iban a otra parte. Ahora ya no es así.

Me parece que el año pasado hiciste un homenaje a Pata Negra. Vamos a hablar de ese grupo. 

No he hecho ningún homenaje a Pata Negra pero estoy muy orgulloso de lo que he hecho en mi carrera con Pata Negra, más que de nada que he hecho en mi vida. Hombre... está Veneno... pero Pata Negra era más el rock gitano. Éramos tres hermanos: Raimundo, Rafael y Ramón, las tres tres erres. En Veneno Rafael tocaba el bajo y yo la guitarra y luego, con Pata Negra, nos cambiamos. A lo mejor te refieres a un homenaje a grupos andaluces que hubo, pero por culpa de la mierda del dinero no fui. A mi no me importaba ir pero no pagaban.

¿Quién llevaba la voz cantante en Pata Negra, tú o tu hermano Rafael?

Yo dejaba que la llevase Rafael, pero fíjate lo que pasó, que cuando me fui yo, se cayó eso al suelo. Yo metí a mi hermano en los Montoya, en Veneno... porque yo soy mayor, pero él tenia mucho rollo, no le gustaba que lleváramos los dos la voz cantante. Si te fijas, en el primeros disco cantamos y tocamos los dos pero casi todos los solos los hago yo, mientras que a partir del segundo canta él todas las canciones y yo toco casi todos los instrumentos.


Amador, en una fotografía de principios de los 80

Así que estáis enojados.

―¡No, en absoluto!

¿Qué recuerdos guardas de Pata Negra? ¿Y de Veneno?

Muy bonitos. Alguna que otra bronca, pero en general muy bien. Yo tenia una gran seguridad. Íbamos tranquilos a todos lados. No tenia miedo a nadie ni a compartir escenario con ningún grupo ni nada. Los discos, igual. De hecho, cuando hice el primero en solitario estaba cagao, porque era una experiencia completamente nueva. Antes iba con mi hermano y si una cosa no le salía a uno, le salía al otro. Entre los dos lo hacíamos todo... pero al final todo salió bien. La verdad es que me costó mucho trabajo acostumbrarme a ser yo solo, sin Rafael, pero ya me he acostumbrado y lo prefiero.

Ya es un tópico decir que Pata Negra, y luego tú en solitario, mezclasteis blues y flamenco, pero ¿cómo lo hicisteis? ¿Qué tomasteis del blues y qué del flamenco?

¡Pues lo que me sale de mis huevos y de mi cerebro y de mi cabeza! Yo he hecho siempre lo que me ha salido. Nunca he hecho lo que se lleva ni lo que pienso que va a pegar. Siempre hemos ido a la contra: si se lleva una cosa, esa no la tocamos.

¿Por qué decidiste hacer carrera en solitario?

Porque ya veía que tenia que salir yo solo adelante, así que dije: "Nos vamos". Rafael se quedó con el nombre, que yo se lo di, no peleé por él. Le di las galas y todo y con Kiko Veneno, igual. Yo no me hago llamar "Raimundo Veneno" ni "Raimundo Pata Negra". Yo soy legal y no me parece legal aprovecharse de eso.


Con su hermano Rafael, cuando ambos formaban parte de Pata Negra

¿Nunca habéis pensado en volveros a juntar? ¿Habéis tenido ofertas?

No, aunque si el el homenaje que te dije fuera pagado, iria. Llevo muchos años queriendo invitar a mi hermano a tocar en mis discos pero no hemos llegado a encontrar ese buen rollo... Es difícil... pero lo prefiero así. Lo pasado está pasado y estoy muy orgulloso de la cantera de música que creamos.

A principios de los 90 grabaste un disco con Arrajatabla, grupo que tuvo un gran éxito de crítica pero no vendió mucho. Luego, en tu primer disco en solitario incluiste una canción de Arrajatabla, “Bolleré”.

¡...Y mucho mejor grabada! Arrajatabla pasó un poco sin pena ni gloria, pero aún pasó más desapercibido Veneno al principio. No tuvo ni criticas buenas, sólo una de Diego Manrique, que recuerde yo. Las criticas eran malísimas, pero es que yo creo que nos habíamos adelantado al tiempo sin saberlo nosotros.

Ya en solitario, ¿qué evolución tuvo tu música para pasar de un público más underground a un público mayoritario?

Mi publico sigue siendo underground, sólo que tienen 60 o 70 años... pero también tengo fans de 20 y 30. Para mí es una alegría abarcar tres generaciones. A mí me pilla en la del medio.

Te conocí en persona en la presentación del documental Papagordo (Laura Llamas y Víctor Morilla, 2011). ¿Cómo nació la idea de hacer un documental sobre tu vida cotidiana?

Es una película muy buena, muy sencilla y simple. Muestra cómo yo le abro las puertas al público. Se habla poco de música  y mucho de cómo soy yo.

Háblanos de tu último disco y de tus proyectos de futuro.

Tengo cosas grabadas para un próximo disco más desinteresado, maquetero. Con mi siguiente disco no pretendo nada. Por ejemplo, no tendrá letras cantadas ni nada. Es más instrumental, más de tocata en mi casa. A lo mejor para el siguiente sí haré un disco más cantado, más elaborado, porque tengo letras, que se las pido a los poetas buenos o los saco de Lorca, Machado, Kalil Gibrán... pero en este no, porque yo siempre me he considerado un guitarrista y quería sacar un disco instrumental, porque en todos los discos he cantado. Me da igual si no pega, porque si no ha pegado el último, Medio hombre... que me gastado un pastón, que me he pagado yo la promoción, la fabricación del disco... todo menos el sello, que me lo prestaron, pero para el próximo tendré mi sello. Ahora mismo estoy en negociaciones para ello.

Gracias a Miguel (Rulos) por su ayuda con las preguntas. 

martes, 27 de agosto de 2013

"Casas Viejas. El grito del sur" en La Esencia

La sesión del lunes del ciclo "Concomitancias" será más corta de lo habitual porque el plato fuerte será un capítulo de la serie Andalucía. Un siglo de fascinación (Basilio M. Patino, 1997, 62'), producida y emitida originalmente por la cadena de televisión andaluza Canal Sur. Se trata del documental Casas Viejas. El grito del sur, sobre los trágicos sucesos de 1933 que precedieron a la Guerra Civil Española. Pero ¿es realmente un documental? Antes, para los que se quedaron intrigados la pasada semana, veremos el final de "La bodega" (1966, 24') de Historias para no dormir. Como siempre, entrada libre y gratuita. ¡Vengan todos!

Lugar: bar La Esencia (C/ Esperanza 8, Madrid).

Fecha y hora: lunes 02/09/2013, 19:00 horas.


Sinopsis: La represión, por parte de las fuerzas del orden al servicio de la República, de una rebelión campesina de corte libertario en la pequeña localidad gaditana de Casas Viejas, en 1933, “reconstruida” a partir de testimonios, análisis históricos y fragmentos de películas supuestamente recuperadas. Mientras varios historiadores ofrecen datos de los sucesos y de sus antecedentes: paro, hambre, latifundismo, frustración de las esperanzas creadas por la proclamación de la República, etcétera, unos vecinos actuales del pueblo comentan viejas fotos y los descendiente de los protagonistas hablan de sus antepasados (filmaffinity).

Ficha de "Casas Viejas. El grito del sur" en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt2140761/
Ficha de "Casas Viejas. El grito del sur" en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film934426.html
Ficha de "La bodega" (2ª parte) en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt1501374/

jueves, 22 de agosto de 2013

Greatest Hits: Entrevista con Suso Peña

El siguiente reportaje-entrevista, publicado originalmente en lengua gallega en El Progreso el 6 de mayo de 2001, tenía como objetivo reivindicar a uno de los grandes dibujantes de historietas de todos los tiempos, Suso Peña, que se encontraba totalmente retirado del mundo de la historieta y cuya figura aún hoy sigue siendo prácticamente desconocida fuera de su Ribadeo natal. Probablemente fuera una de las últimas entrevistas que concediera, ya que falleció cuatro años más tarde. La publico primero en gallego, tal como salió en su día, aunque con algunos retoques de estilo, y, después, traducida al castellano.

Profeta na súa terra e fora dela, Suso Peña é un versátil artista ribadense que entre os anos 65 e 81 figurou entre o máis granado dos debuxantes de historietas de España e que agora, ós seus case 60 anos moi ben levados e xa retirado desa actividade, continúa na brecha como deseñador gráfico, fotógrafo e, sobre todo, publicista. A comezos dos 80 fixo unha exposición de debuxos do Ribadeo antigo e tivo tanto éxito que deixou para sempre o cómic, un medio do que di que en moi poucas ocasións lle permitia a liberdade artística e a busca da calidade que sempre foron, e seguen a ser, as súas obsesións.

Un grande esquecido


O artista Suso Peña refuxiouse na publicidade ante a pouca liberdade creativa que tiña como debuxante de historietas. Entre 1965 e 1981 estivo entre o máis granado do cómic español


Peña, trabajando en su estudio

Como quen di, Peña naceu cun lapis na man: "Debuxei sempre. De pequeno, tiña dúas paixóns, o debuxo e ler tebeos", afirma; "sempre me gustou a aventura. Na escola debuxaba en tódolos ratos libres, sobre todo avións. Debuxei moito como afeccionado ata que marchei para a mili".

O aire seguíalle a tirar e apuntouse de paracaidista. Aí coñeceu a Esteban Maroto, un dos grandes da historieta española, co que descubriu que podía xunta-lo debuxo co afán de contar historias.

Tras vir da mili, estivo case dous anos en Ribadeo e logo agarrou o petate e marchou para Madrid "a tentar de abrirme camiño no mundo da publicidade".

"Polas tardes", lembra, "facía historietas cuns compañeiros nun estudio onde coñecín ó outro mestre meu e número un absoluto, Carlos Giménez".

Ó pouco de estar no estudio conseguiu o seu primeiro traballo profesional, no desaparecido xornal Informaciones, onde saía a tira de detectives "Drake and Drake" (1965-66).

Peña, en sus años de La Floresta

Logo marchou a Barcelona, a meca do cómic, a traballar profesionalmente en Selecciones Ilustradas, de Josep Toutain. Alí fixo traballos de aventura e, logo, romance para editoriais suecas.

Pouco despois pasou a formar parte do que dentro do mundo da historieta se coñeceu como grupo da Floresta, porque neste barrio das aforas de Barcelona tiñan un chalé Maroto, Adolfo Usero, Luis García, Ramón Torrens e Peña, que crearon unha serie de ciencia ficción colectiva, chamada "Cinco x Infinito", que despois continuou Maroto en solitario.

Desta época fala Peña con especial nostalxia: "Aí aprendín a vivir o jazz a fondo", di, "sentado no patio ás tantas da mañá cun amigo tocando o saxo... e a pasar polo cuartel da Garda Civil, porque no 67 leva-lo pelo longo, barba e camisas de cores e ter un chalé no que entraban moitas rapazas era sospeitoso".

En maio do 68, data mítica, Peña voltou a Ribadeo e Toutain propúxolle continuar dende aí a serie do oeste "Gringo", que comezara Giménez. "Seguín a traballar para Toutain ata que os suecos cortaron o grifo por censura. Creo que son a única persona do mundo á que censuraron en Suecia", afirma. O motivo: unha historia con guión propio basado en textos de Lincoln onde dicía que os negros nunca chegarían ser como os brancos.

Máis tarde fixo historias de romance para Reino Unido, terror gore para Estados Unidos e historias de motociclismo para Alemania (1975-78), pero Peña quería contar cousas que lle interesaran, "e un xeito de facer iso camuflado é a ciencia ficción", polo que fixo a serie de tres números "Control" para a revista 1984. O tema era o control do individuo por parte do Estado.

"Foi o meu último traballo en historieta comercial", explica, "porque nese momento propuxéronme face-la historia do Senado en cómic", un dos traballos dos que está máis orgulloso, pola mestura de collage, fotografía e distintos tipos de debuxo, algúns infantís e outros máis realistas. Practicamente déronlle liberdade total.

Peña, en sus años de paracaidista

Fotógrafo, deseñador gráfico, ilustrador e publicista


Xusto despois de face-lo cómic para o Senado ocurríuselle organizar unha exposición con debuxos seus do Ribadeo antigo a carboncillo e foille tan ben que vendeu todo en media hora. "O zapatazo foi tan grande que non volvín ó cómic".

Non o necesitou: "Comenzáronme a facer encargos de retratos a man, debuxos de Ribadeo e outros máis imaxinativos".

Outro dos campos nos que Peña ten destacado é na ilustración de libros: "Fixen ilustracións para editoriais suecas e tamén estou moi orgulloso dos debuxos que fixen para un libro de poesía para nenos de Celso Emilio Ferreiro".

Sobre 1988 decidiuse a introducirse nunha nova disciplina: o traballo por ordenador. "Comecei en plan artístico pero inmediatamente tendín á publicidade. Dende aquela estou traballando como axente de publicidade, creativo, fotógrafo, botóns...".

Tamén destaca Peña na fotografía: "Aprendín facendo paracaidismo e o meu emprego ideal sería ser fotógrafo de natureza".

Afirma que as súas artes preferidas son "o debuxo e a fotografía, a parte do paracaidismo, as motos e a pesca submarina".

Di que se segue a considerar debuxante de historietas, ainda que hoxe en día non le cómics, salvo os de Miguelanxo Prado.

Versión traducida al castellano:

Profeta en su tierra y fuera de ella, Suso Peña es un versátil artista de Ribadeo (Lugo) que entre los años 65 y 81 figuró entre lo más granado de los dibujantes de historietas de España y que ahora, a sus casi 60 años muy bien llevados y ya retirado de esa actividad, continúa en la brecha como diseñador gráfico, fotógrafo y, sobre todo, publicista. A comienzos de los 80 hizo una exposición de dibujos del Ribadeo antiguo y tuvo tanto éxito que dejó para siempre el cómic, un medio del que dice que en muy pocas ocasiones le permitía la libertad artística y la búsqueda de la calidad que siempre han sido, y siguen siendo, sus obsesiones.

Un grande olvidado


El artista Suso Peña se refugió en la publicidad ante la poca libertad creativa que tenía como dibujante de historietas. Entre 1965 y 1981 estuvo entre lo más granado del cómic español


El grupo de la Floresta y amigos: de izquierda a derecha, Suso Peña, Adolfo Usero, Esteban Maroto, Víctor de la Fuente y Luis García. Sentados: Carlos Giménez y Pilar

Peña nació, como quien dice, con un lápiz en la mano: "Siempre he dibujado. De pequeño, tenía dos pasiones, el dibujo y leer tebeos", afirma; "siempre me gustó la aventura. En la escuela dibujaba en todos los ratos libres, sobre todo aviones. Dibujé mucho como aficionado hasta que me fui a la mili".

El aire le seguía tirando y se apuntó de paracaidista. Ahí conoció a Esteban Maroto, uno de los grandes de la historieta española, con el que descubrió que podía unir el dibujo con el afán de contar historias.

Tras volver de la mili, estuvo casi dos años en Ribadeo y luego agarró el petate y se fue a Madrid "a intentar abrirme camino en el mundo de la publicidad".

"Por las tardes", recuerda, "hacía historietas con unos compañeros en un estudio en el que conocí al otro maestro mío y número uno absoluto, Carlos Giménez".

Al poco tiempo de estar en el estudio consiguió su primer trabajo profesional, en el desaparecido periódico Informaciones, donde salía la tira de detectives "Drake and Drake" (1965-66).

La entrevista, tal como salió publicada en su día

Luego se fue a Barcelona, la meca del cómic, a trabajar profesionalmente en Selecciones Ilustradas, de Josep Toutain. Allí hizo trabajos de aventura y, más tarde, de romance para editoriales suecas.

Poco después pasó a formar parte de lo que dentro del mundo de la historieta se conoció como el grupo da Floresta, porque en este barrio de las afueras de Barcelona tenían un chalé Maroto, Adolfo Usero, Luis García, Ramón Torrens y Peña, que crearon una serie de ciencia ficción colectiva, llamada "Cinco x Infinito", que después continuó Maroto en solitario.

De esta época habla Peña con especial nostalgia: "Ahí aprendí a vivir el jazz a fondo", dice, "sentado en el patio a las tantas de la mañana con un amigo tocando el saxo... y a pasar por el cuartel de la Guarda Civil, porque en el 67 llevar el pelo largo, barba y camisas de colores y tener un chalé en el que entraban muchas chicas era sospechoso".

En mayo del 68, fecha mítica, Peña volvió a Ribadeo y Toutain le propuso continuar desde ahí la serie del oeste "Gringo", que había comenzado Giménez. "Seguí trabajando para Toutain hasta que los suecos cortaron el grifo por censura. Creo que soy la única persona del mundo a la que censuraron en Suecia", afirma. El motivo: una historia con guión propio basado en textos de Lincoln en los que decía que los negros nunca llegarían a ser como los blancos.

Más tarde hizo historias de romance para Reino Unido, terror gore para Estados Unidos e historias de motociclismo para Alemania (1975-78), pero Peña quería contar cosas que le interesaran, "y un modo de hacer eso camuflado es la ciencia ficción", por lo que hizo la serie de tres números "Control" para la revista 1984. El tema era el control del individuo por parte del Estado.

"Fue mi último trabajo en historieta comercial", explica, "porque en ese momento me propusieron hacer la historia del Senado en cómic", uni de los trabajos de los que está más orgulloso, por la mezcla de collage, fotografía y distintos tipos de dibujo, algunos infantiles y otros más realistas. Le dieron prácticamente libertad total.

Fotógrafo, diseñador gráfico, ilustrador y publicista


Justo después de hacer el cómic para el Senado se le ocurrió organizar una exposición con dibujos suyos del Ribadeo antiguo a carboncillo y le fue tan bien que lo vendió todo en media hora. "El zapatazo fue tan grande que no volví al cómic".

No lo necesitou: "Me empezaron a hacer encargos de retratos a man, dibujos de Ribadeo y otros más imaginativos".

Otro de los campos en los que Peña ha destacado es en la ilustración de libros: "Hice ilustraciones para editoriales suecas y también estoy muy orgulloso de los dibujos que hice para un libro de poesía para niños de Celso Emilio Ferreiro".

Sobre 1988 se decidió a introducirse en una nueva disciplina: el trabajo por ordenador. "Empecé en plan artístico pero inmediatamente tendí a la publicidad. Desde entonces estoy trabajando como agente de publicidad, creativo, fotógrafo, botones...".

También destaca Peña en la fotografía: "Aprendí haciendo paracaidismo y mi empleo ideal sería ser fotógrafo de naturaleza".

Afirma que sus artes preferidas son "el dibujo y la fotografía, a parte del paracaidismo, las motos y la pesca submarina".

Dice que se sigue considerando dibujante de historietas, aunque hoy en día no lee cómics, salvo los de Miguelanxo Prado.

martes, 20 de agosto de 2013

Greatest Hits: Entrevista con Josele Santiago de Los Enemigos

La siguiente entrevista se publicó el martes 14 de agosto de 2001 en El Progreso, que ahora, al teclear de nuevo, me sorprende por lo confrontacional. Lo que está entre corchetes son añadidos actuales.

¿Cómo encabezar una entrevista a Los Enemigos? Los fans del grupo ya tendrán su opinión formada y sus detractores también [mejor dicho, no leerán esta entrevista], por lo que sería absurdo alabar aquí sus virtudes o sacar a relucir sus defectos. Sea como fuere, ahí están: Los Enemigos, un grupo que lleva 15 años pateándose las carreteras y abollando los escenarios a lo largo y ancho del país. En esta entrevista, Joele Santiago, líder del grupo y su miembro más antiguo en activo, hace un balance de esta década y media aporreando los instrumentos y afirma que cada vez obran más importancia para ellos los conciertos y menos "la excursión".

"Cada vez nos preocupan más los conciertos y menos las copas"


―¿Su disco en directo se puede considerar, de algún modo, una despedida?

―No.

―¿Un descanso?

―¿Un descanso? [¿]Tú sabes el trabajo que nos ha costado el directo[?] Era simplemente una asignatura pendiente. Lo raro era que no tuviéraos un directo ya y decidimos sacarlo antes de que fuera todavía más tarde.


―Me refería a si se toaron un descanso después de haberlo grabado.

―Pues mira, estamos en la furgoneta y o precisamente descansando. Tenemos un bolo hoy en Jaén, mañana en Córdoba, pasado en Cádiz. No se trata de descansar, sino de celebrar los quince años juntos.

―¿A partir de ahora se van a replantear algo en su carrera?

―No tengo ni idea, porque nunca nos lo planteamos. No decimos: "este año vamos a grabar un disco de boleros", sino que es lo que sale. Yo estoy haciendo canciones nuevas y supongo que el resto de los miembros del grupo también y cuando termine el verano veremos qué tiene cada uno y qué sale de ahí, como siempre.

―Han actuado recientemente en el Festimad, donde tuvieron una acogida muy buena, teniendo en cuenta que ni los otros grupos ni el público eran, en principio, de su estilo. ¿Cómo lo han visto desde ahí arriba?

―En principio puede que no peguemos mucho con el estilo preponderante, que es más hardcorero y más, digamos, modelno, pero visto desde dentro estábamos como en casa, porque conocemos a los organizadores. Además, no estamos enmarcados en ningún rollo determinado. No tenemos una línea muy definida ni principios ni ideología ni vergüenza.


―Ahora que saca el tema, creo que las versiones que hacen se pueden observar sus influencias, que van desde Leño hasta Television Personalities o Frank Zappa.

―Como ves, no responden a una línea. Hay de todo. En nuestro disco Por la sombra están hasta los Abba. Ya ves tú, el hecho de que saquemos una versión de fulanito no quiere decir que lo reivindiquemos ni ninguna puñeta de estas. Es simplemente que nos gusta la canción. Ya me dirás tú qué tienen que ver Television Personalities con Peret y a ambos los hemos versionado.

―Deben ser unos grandes devoradores de música, ya que los grupos de los que hablamos son de estilos muy distintos y, muchos de ellos, pocos conocidos.

―Comemos de todo y cagamos en consecuencia.

―¿Cómo [calificaría] la evolución estilística del grupo?

―[De] "impresionante". Empiezas con unos patrones muy definidos y, poco a poco, te vas abriendo de orejas, te vas interesando por otros estilos y te vas enriqueciendo, aparte de que, por muy burro que seas, acabas aprendiendo a tocar. Cada vez nos preocupamos más de lo que es el concierto en sí y menos de la excursión, es decir, las copas y esas mierdas.

La entrevista, tal como salió publicada en su día


Balance de quince años


―Hagamos un balance de estos 15 años de carrera. ¿Ha habido a lo largo de este tiempo momentos en los que hayan pensado dejar el grupo?

―De vez en cuando lo piensas, pero nunca seriamente.

―¿Cuántos bolos habrán dado en estos 15 años?

―Mil quinientos dieciocho. Yo qué sé, tío, un montón. Échale cien al año, Más de mil, fijo.

―También han cambiado los miembros del grupo.

―Los miembros cambian de por sí. Fíjate. Un miembro está de una manera y por la tarde, de otro. Desde el año 90 somos los mismos.

―Pero supongo que cada uno, a su paso, aportará algo.

―Claro, si no lo echaríamos.

―¿Qué supuso para ustedes tocar con gente como Peret o Rosendo?

―Hay dos clases de experiencias. Las que se hubieran hecho aunque no se hubieran propuesto, como es el caso de la versión de Rosendo, y luego las que ni de coña. Esas son las más interesantes, porque suponen un reto bastante enriquecedor, como es el caso de Peret o Serrat.

―¿Qué le parece el libro que han sacado sobre el grupo?

―Me parece un poco de cotilleo. Me hubiera gustado más que se centraran en las canciones y punto.

lunes, 19 de agosto de 2013

Greatest Hits: Entrevista con Antonio Vega

Recupero una sección que tenía un poco descuidada con una publicación muy especial, pues se trata de una entrevista que le hice a uno de mis ídolos: el recientemente fallecido Antonio Vega y que se publicó en el diario El Progreso de Lugo el domingo 28 de agosto de 2001 (precisamente el mismo día en que se presentaba en directo en Ferrol junto a Los Planetas y Javier Vargas). La publico con algún ligero retoque con respecto a cómo salió en su día.

Antonio Vega quizá no sea un ídolo de masas, pero cuenta con una legión de seguidores fieles que compran todos sus discos. Su modo personalísimo de toca la guitarra, sus melodías pop y sus enigmáticas letras, que a menudo dejan entrever una personalidad atormentada, son las señas de identidad de uno de los iconos del rock español. A sus 45 años, Vega habla de su nuevo disco, De un lugar perdido, como de una obra de reconciliación consigo mismo y asegura, "con la lección bien aprendida", que las drogas no potencian la creatividad, sino todo lo contrario.

"La droga reduce el potencial y el campo de visión de un creador"


―¿Qué queda de "ese chico triste y solitario" que allá por 1979 fundó Nacha Pop?

―En primer lugar, lo de "chico triste y solitario" creo que en nada corresponde a mi forma de ser. El título del disco que se titula así fue una decisión de marketing, como todo en este mundillo, porque me considero una persona alegre y a la que le gusta reír y estar con amigos. En cuanto a qué queda de aquel chico, creo que todo. He evolucionado profesionalmente y como ser humano, pero en cada uno de los trabajos en los que he participado la esencia está ah´y se descubre sin hacer demasiados esfuerzos.


―¿De cuál de sus discos, con el grupo o en solitario, guarda mejor recuerdo?

―Con Nacha cada disco fue una aventura y sería difícil quedarme con uno, pero creo que Dibujos animados y El momento supusieron dos grandes fases del grupo. En solitario, no sabría decidirme. Quizá No me iré mañana. Del último disco estoy orgulloso porque las canciones reflejan lo positivo y esperanzador del momento que vivo; no tanto de la producción, que creo que podría haber sido mejor pero ahí está.

―En todo caso, no ha logrado en solitario el éxito de ventas que alcanzó en su día Nacha Pop, algunas de cuyas canciones, como "Chica de ayer", se convirtieron en himnos generacionales.

―Es cierto, pero hay que verlo con la perspectiva del tiempo. Las canciones de Nacha Pop han ido cobrando éxito con el tiempo. "Chica de ayer" e convirtió en todo un clásico y en una canción intemporal. Creo que se pincha hoy más por el hecho de ser un clásico que por ser de Nacha Pop.

―En aquel éxito también pudo influr el hecho de que Nacho García Vega era la cara amable, simpática y, quizá, más pop del grupo.

―Ese don de gentes de Nacho, al lado de lo más introvertido que podía ser yo (que significaba el matiz enigmático e incluso espiritual) constituyó un tándem que dio muchos frutos e incluso llegó a crear rivalidad entre los fans de uno y de otro. En los últimos conciertos el público de Nacho se situaba delante de él y el mío, delante de mí. Nacha Pop era esa convivencia, esa complementariedad entre dos formas de hacer muy distintas que creaba una magia que, a la postre, fue un poco la causa de la escisión del grupo. Cada uno fue evolucionando por su camino y esos pasos cada vez fueron más firmes en una dirección o en otra.

Portada de El momento, uno de los discos preferidos de Antonio Vega, según afirma en esta entrevista, con foto de Alejandro Cabrera

―¿Qué opina del disco de homenaje que le tributaron?

―Con el tiempo me acabó gustando. Hay grandes versiones y todos los artistas demostraron tener un rollo muy bueno y se volcaron. Además, luego me enteré de que la grabación no se les puso nada fácil. Me gustó porque todos trabajaron con una sensibilidad muy guapa de hacer algo propio, no como un compromiso. Reconozco que es posible que al principio no me gustasen algunas versiones, porque siempre me ha costado mucho liberarme de ciertos prejuicios en cuanto al sentimiento de propiedad de las canciones, pero con el tiempo me acabó pareciendo genial. Me di cuenta de lo maravilloso que es llevar una canción a otro terreno y sorprender con algo que jamás te hubieras esperado.

―¿Y en cuánto a la versión en inglés que Gigolo Aunts hicieron de "Chica de ayer"?

―Me parece fenomenal, genial, estupenda. Tiene un aire y un sabor a pop y unos arreglos que me gustan mucho. Si no conociera la versión anterior también me gustaría.

―Hábleme de su nuevo disco.

―Es un compendio de sensaciones, de experiencias, de vivencias. Refleja un momento importante en mi vida, en el que quiero, de alguna forma, recuperar cosas del principio: sonidos de guitarra, formas de decir, de expresar... Es un disco de reencuentro, incluso de reconciliación conmigo mismo.

La entrevista, tal como fue publicada originalmente

―¿El público en sus conciertos es mayoritariamente cuarentón o hay muchos jóvenes?

―¿Lo de cuarentón va por mí? Yo recuerdo cuando empecé, aquella gente con ojos como platos, que eran gente de mi edad. Ahora tengo 45 años y se ve cómo esa gente viene a verme con sus hijos de la mano (o ya no de la mano, porque algunos están creciditos), para enseñarles lo que a ellos les llevó un día a soñar. En el concierto que di en el festival Socarrat de Valencia me sorprendió ver a mucha gente de 20 o 21 años cantando mis canciones.

―Hablando de eso, ¿qué le parece compartir carteles con grupos de última hornada como Los Planetas?

―Fenomenal, todo lo que sea abrir puertas y dar a conocer grupos nuevos simpre me ha gustado.

―Me refería a que así su música puede llegar a gente joven que, de otro modo, tal vez nunca se fijarían en ella.

―Claro, siempre está bien.

―Por último, hay una pregunta que no puedo soslayar. ¿Cree que han influido en su música las drogas?

―Por supuesto, ya que determinan toda tu existencia. No en la manera de expresar las cosas, pero sí en el potencial creativo. Es algo que reduce mucho el campo de visión.

―Hay gente que opina lo contrario.

―Yo te aseguro, con la lección bien aprendida que donde esté el artista, el creador, con toda su lucidez, sin nada que lo altere, que se quite lo demás.


"El honor de las injurias", buceando en la memoria

Ayer vi en el cine Doré el documental El honor de las injurias, realizada por el pintor Carlos García-Alix, una película única en cuanto a su factura y por su monumental trabajo de archivo que trata de indagar en la vida de Felipe Sandoval, alias el doctor Muñiz, un personaje clave en la Guerra Civil Española del que yo no tenía ni idea.

Imagen de la Puerta de Alcalá en homenaje a la URSS que aparece en el documental y que me impactó

La película escarba en el pasado reciente de España, un pasado, que, en palabras de la experta en cine documental Laura Gómez, apenas ha dejado rastro, y que para recuperar hay que bucear en los pliegues de la historia, en los intersticios de la memoria.

Como este pasado apenas ha dejado rastros: un par de fotos, un par de recortes de prensa y algún rollo de película documental, García-Alix sigue el modus operandi de Basilio Martín Patino pero lo lleva mucho más allá de lo que el propio maestro nunca se ha atrevido: incorpora imágenes de películas de ficción que ilustran lo que el narrador está contando o incluso rueda tomas nuevas "envejecidas" a propósito.

Me gusta enmarcar este film en una tendencia del cine español iniciada con La vaquilla (José Luis García Berlanga, 1985) y continuada por La pelota vasca (Julio Medem, 2003), Soldados de Salamina (David Trueba, 2003), Pa negre (Agustí Villaronga 2010) y otras cintas en las que, por fin, no se recurre al maniqueísmo en el que un bando aparece claramente como "el bueno" y el otro como "el malo". Así, en este documental, en ningún momento vemos a Sandoval como un héroe... y quizá por ese motivo las izquierdas no nos han dado a conocer esta figura del bando republicano que terminó delatando a sus compañeros tras ser detenido en Alicante por las tropas franquistas.

martes, 13 de agosto de 2013

"El perro" en La Esencia

Dentro del ciclo "Concomitancias", en el cine-fórum de La Esencia (C/ Esperanza 8. Madrid) el próximo lunes 26/08/13 veremos una de las mejores películas de uno de nuestros directores favoritos de los últimos tiempos: Carlos Sorin. Se trata de Bombón, el perro (El perro, 2004, 93'). Antes veremos otro capítulo de Historias para no dormir: la primera parte de "La bodega", episodio basado en un relato de Ray Bradbury. Les esperamos a las 19:00 horas. Entrada gratuita.


Sinopsis: Road movie protagonizada por un hombre de cierta edad que ha perdido el trabajo y el perro Bombón, en un registro agridulce típicamente argentino (Carlos Aguilar: Guía del cine, 2009).

Críticas: "Aunque falta cierta unidad estilística y formal, no queda demasiado lejos de lo que pretendía, aunque bien podría ser un episodio más, bien que dilatado, del previo y más exitoso film del autor, Historias mínimas, igualmente en coproducción hispano-argentina" (Carlos Aguilar: Guía del cine, 2009).

Premios: Fipresci en el Festival de San Sebastián. La película ganó otro premio y recibió ocho nominaciones más.

Ficha de El perro en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0420548/
Ficha de El perro en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film871739.html
Ficha de "La bodega" (1ª parte) en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0601977/

jueves, 8 de agosto de 2013

Festival "22xBuñuel". Día 3: Viene Pepe

Las dos películas del martes por la noche resultaron decepcionantes. El corto Efímera de Diego Modino Hok, si bien visualmente potente, se reveló carente de la más mínima profundidad, mientras que El artista y la modelo de Fernando Trueba resultó ser un ejercicio de vacuidad. Me hubiera gustado quedarme al debate posterior para ver cómo justificaban los organizadores del certamen que esta película "le hubiera gustado verla a Don Luis" (me imagino que les costará mucho más todavía justificarlo en el caso de Blancanieves, que proyectarán el viernes; eso sí que no me lo pierdo). El motivo de no poder quedarme es que Agustín y Pere se querían volver a Oliete, donde el primero de ellos me está alojando.

Javier Espada y una periodista mexicana, en el coloquio tras la proyección de la cinta sobre Leonora Carrington

Hoy ha llegado Pepe, que viene desde Murcia a ver el festival y conocer un poco la zona. Tras ir a recibirle a la entrada de Oliete e inspeccionar los dos la zona catastrófica (el pasado sábado hubo una riada en la que desapareció un hombre que estaba buscando caracoles en las cercanías del río) nos fuimos a tomar unas cañas y luego a comer con Agustín y Pere (siento no haber tomado fotos del evento).

Pepe

Por la tarde vamos a Calanda para acudir a las proyecciones del tercer día del festival dedicado a México. Leonora Carrington. El juego surrealista resulta ser un buen documental, no tanto por el modo en el que está concebido (como fue el caso del martes con Emak Bakia) sino por el descubrimiento que supone para mí de la figura de la artista plástica Leonora Carrington (la última del grupo de los surrealistas, que vivió buena parte de su vida en México), de la que sólo conocía su faceta como escritora por un breve texto recogido por André Breton en su antología del humor negro.


El cielo de Calanda

Tras cenar, vemos la exposición de falsos carteles de cine basados en fotos de Jerónimo Álvarez, que me deja bastante frío. Las proyecciones de la noche comienzan con el corto Música para después de dormir, del mexicano Nicolás Rojas, con una magnífica fotografía, rodada en Oaxaca con actores no profesionales, si bien me rechina el mensaje final de que tras esta dura vida nos espera un mundo mejor. En último lugar vemos el destacable largo mexicano El fantástico mundo de Juan Orol, de Sebastián del Amo, que, muy en la onda de Ed Wood (Tim Burton, 1994), recrea la vida del productor y director galaico-mexicano Juan Orol, "el rey del churro", que hizo 57 películas de bajo presupuesto a lo largo de una carrera de 50 años. Desconocía la figura de este compatriota mío, cuya estela voy a tratar de rastrear.

martes, 6 de agosto de 2013

Festival "22xBuñuel". Día 2: ¡Aquí estoy!

Aqui estoy, en Calanda (Teruel), patria chica del gran Luis Buñuel. ¿Que qué hago aquí? Pues he venido al festival 22xDon Luis. Películas que hubiera querido ver Buñuel (por cierto, ¡qué título tan petulante! ¿Cómo presumen saber los organizadores qué le hubiera gustado a una persona fallecida?) y de paso visitar a mis amigos Agustín Quílez y Pere Alberó de Oliete. La idea es hacer por primera vez el seguimiento de un festival de cine completo (o casi completo, dado que la primera jornada del certamen me la perdí por asistir al cine fórum de La Esencia) para este blog. Digo lo de "para este blog" porque había cubierto anteriormente el DocumentaMadrid 2013 para la web Cinecritico.

Javier Espada, director del Centro Buñuel Calanda, y el cineasta Oskar Alegría

El viaje hasta aquí ha resultado un poco accidentado. Quería llegar a tiempo para ver por segunda vez Emak Bakia de Oskar Alegría, pero unos asuntillos pendientes me retienen en Madrid más de lo esperado. Después, ya en la carretera, me encuentro con retenciones por obras y con un ciclista y un conductor accidentado que me paran para que asista al segundo de ellos. El hombre no tiene cobertura y le aconsejo que llame al teléfono de emergencias. Con la conciencia tranquila por la buena obra cumplida, sigo el camino.

Llego a ver los últimos cinco minutos de la proyección y el coloquio con el autor de una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo, a la vez poética, azarosa, juguetona e implacable, en la que Alegría va a la búsqueda de una casa de Biarritz en la que Man Ray filmó algunos de sus films surrealistas. El director revela, a instancia de las preguntas de los asistentes, que la película está hecha sin ningún tipo de guión y montada cronológicamente, es decir, que las imágenes siempre aparecen en el orden en que fueron rodadas.

Este 600 resultó ser de Ferrán Rañé

Me da muchísima rabia cuando el realizador confiesa que la versión de la película que se acaba de proyectar es un poco distinta de la que se exhibió en cines, pues en la versión definitiva se tuvieron que recortar unas imágenes de archivo cuyo coste en concepto de derechos se salía del ajustadísimo presupuesto del proyecto.

Hoy a las diez, en la sección oficial se proyectarán el corto Efímera, de Diego Modino Hok, y El artista y la modelo, de Fernando Trueba. Prometo mantenerles informados.

"La línea del cielo" en La Esencia

Este lunes, día 12 de agosto de 2013, en el cine-fórum del bar La Esencia (C/ Esperanza 8) veremos, dentro del ciclo Concomitancias, una película muy rara y especial en la filmografía de Fernando Colomo: La línea del cielo (1984, 80'), con Antonio Resines. Será sobre las ocho y cuarto de la tarde. Antes, a las siete, veremos un telefilm dirigido por Narciso Ibáñez Serrador: "El televisor" (1974, 68'), con Narciso Ibáñez Menta. Esta película se realizó y emitió de forma independiente, pero más tarde se repuso dentro de la serie Historias para no dormir. Entrada gratuita.

Por razones técnicas, esta película, que se iba a proyectar el pasado lunes, día 5, se ha tenido que trasladar a esta nueva fecha. Lamentamos las molestias.


Sinopsis: "Un fotógrafo español, convencido de que en América triunfará, va desilusionándose progresivamente a lo largo de su vida entre los racacielos (la línea a la que alude el título) de la ciudad de Nueva York" (Carlos Aguilar: Guía del cine, 2009)

Críticas: "Intento de reflexión sobre el fenómeno Nueva York, considerada como la capital de la modernidad de aquel momento (...). Si formalmente el film es impecable, su tono no consigue desprenderse de tics un tanto provincianos, proponiendo algo así como una versión "progre" de La ciudad no es para mí. Pese a ello, el conjunto resulta francamente simpático" (Fotogramas).

Curiosidades: se trata de una película autobiográfica realizada con un pequeño equipo y a la que el realizador tiene mucho cariño. De hecho, en ocasiones ha afirmado que, de todas las películas que había dirigido hasta el momento, esta era su favorita. Esta película no tiene nada que ver con el resto de la filmografía de Fernando Colomo, realizador incluido en la llamada "comedia madrileña" de los finales 70 y primeros 80.

Ficha de La línea del cielo en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0085880/
Ficha de La línea del cielo en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film650697.html
Ficha de "El televisor" en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0211023/
Ficha de "El televisor" en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film184365.html

"En construcción" en La Esencia

Al final ayer lunes no pudimos poner la película programada. Tuvimos que hacer un cambio de última hora y poner En construcción (2001) de José Luis Guerín, así que este post no es un anuncio de la próxima sesión sino simplemente un modo de dejar constancia de que ha habido esa sesión y también un lugar donde poner algo de información por si a alguno de los asistentes al cine fórum, o a cualquier otra persona, le interesa.


Sinopsis: En un emblemático barrio popular de Barcelona, amenazado por un plan de reforma, se emprende la construcción de un bloque de viviendas. Vemos la vida de los vecinos y también la de los trabajadores, primero, derriban los edificios antiguos, para luego construir unos nuevos.

Críticas: "Uno de los particulares, e insatisfactorios, films de José Luis Guerín. En este caso funde documental, reportaje y ficción en un trabajo sobre la demolición de un popular barrio barcelonés en favor de los nuevos planteamientos urbanísticos. Artificioso, aunque pretende parecer todo lo cotrario, y excesivamente largo, roza en general la condición de nadería pretencciosa, si bien es justo descubrirse ante un cierto número de momentos conseguidos, por lo comú cuando emerge un espíritu costumbrista. De un modo u otro, obtuvo un apreciable éxito crítico-comercial" (Carlos Aguilar: Guía del cine, 2009). Por supuesto, no hay ni que decir que no podría estar más en desacuerdo con la opinión de este critico, por lo general tan atinada.

Premios: Goya al mejor documental, premio del jurado en San Sebastián y otros ocho premios y tres nominaciones.

Ficha de En construcción en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0290591/
Ficha de En construcción en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film472549.html

Antes de En construcción vimos otro capítulo de Historias para no dormir. Se trató de "La broma". Su ficha en IMDb es la siguiente: http://www.imdb.com/title/tt1501375/

lunes, 5 de agosto de 2013

Entrevista con Eloy Fernández Porta

Eloy Fernández Porta es, con Beatriz Preciado y Román Gubern, uno de mis ensayistas favoritos. Con su estilo, a la vez serio, documentado e irónico, es un escritor que no se toma demasiado en serio la literatura ni a sí mismo, cosa de agradecer. Recientemente le hice esta entrevista en Madrid, adonde vino para participar con Agustín Fernández Mallo en el Mulafest. En ella, hablamos sobre sus libros y las últimas tendencias de la industria y los consumidores culturales.

"Estamos en un momento de 'ya no' pero 'no todavía'"


¿Es a mí? Foto: De la Vega

Lo que más me gusta de tus libros es que tu prosa se adapta muy bien al tema del que estás hablando. Así, por ejemplo, Afterpop está escrito en lenguaje afterpop, al igual que el Verbalia de Màrius Serra está escrito en verbálico. ¿Cómo logras esto?

Me resulta interesante esta comparación que haces, porque el trabajo de Màrius Serra me interesa mucho. De hecho, he escrito sobre sus relatos en catalán, que no están traducidos al español y que son una versión evolucionada del grupo francés Oulipo; él es miembro de la división italiana del grupo, los Oplepo. En esos relatos hay algunas técnicas de escritura interesantísimas. Por ejemplo, tiene un cuento sobre el incendio del Liceo de Barcelona escrito en forma de constricción, siguiendo un patrón musical. Y luego tiene otro en la que la vida de un personaje está narrada de atrás adelante, empezando con la muerte y terminando con el nacimiento y, en particular, Verbalia, es un texto clave porque es uno de los grandes manuales de retórica innovadora que se han escrito recientemente, que además combina muy bien distintas tradiciones, que lo mismo cita casos de literatura experimental catalana que ejemplos de Julián Ríos, que es un autor sobre el que también he trabajado. En cuanto al estilo de mis ensayos, cada uno de ellos tiene una base de investigación académica o cuasi-académica, como se puede ver en las bibliografías, como ocurre en publicaciones propiamente académicas como las de las editoriales Trotta o Katz. Lo que ocurre es que yo publico en la colección Argumentos, que abre un espacio para el ensayo creativo. Cuando el libro Deseo de ser piel roja de Miguel Morey ganó el premio Anagrama de ensayo, Jorge Herralde dijo que también podía haber ganado el Herralde de novela. Ese es el espíritu de la colección, o al menos el epítome de la colección, lo transversal. Para precisar un poco más, te diría que mis textos suelen tener una primera versión un poco más técnica, un poco más informativa, que se podría publicar en una revista académica, y que la parte literaria es el resultado de sucesivas reescrituras. A los textos les doy muchas vueltas a lo largo del tiempo y cuanto más los reviso, más surgen los elementos literarios, las metáforas, las figuras expresivas y también el ritmo de la prosa, que considero un elemento muy importante. Esto también me facilita el trabajo para las perfomances, porque cuando un texto lo has ido retocando mucho resulta más fácil memorizarlo y encontrar la cadencia para recitarlo.

Tus ensayos, claramente deudores de Apocalípticos e integrados de Umberto Eco, caen en una contradicción. Analizas series de televisión basura, cómics y música pop para estudiar la sociedad actual, pero cuando se trata de la literatura, no hablas de best sellers, sino de los autores más oscuros de la cultura anglosajona. Quiero decir que a veces confundes, yo creo que malintencionadamente, la cultura de masas con la cultura académica. Un ejemplo, aunque aquí aplicado al mundo del arte plástico, sería la cita: “Esta estrategia la popularizó a finales de los 60 el artista conceptual sueco Öyvind Fahlström” (Emociónese así, pág. 106).

Primero, por lo que respecta a Apocalípticos e integrados, ese libro fue importante para mí, como para cualquiera que se dedique a la crítica cultural, en su momento; ahora bien, en algunos momentos de Afterpop y de €®O$ (en el capítulo titulado “Queen Lear”) he tratado de explicitar mis diferencias con la perspectiva de Eco, que son inevitables tratándose de un texto que pronto cumplirá medio siglo. En Apocalípticos e integrados, en particular en el capítulo sobre un relato de Ray Bradbury titulado “El verano de Picasso”, Eco expone su tesis de la jerarquía cultural, la diferencia entre "highbrow" y lo que él denomina "midcult", que se relaciona necesariamente con una jerarquía de clase. Lo mismo ocurre cuando formula el motto del amor postmoderno con la frase “Como diría Corín Tellado, te amo apasionadamente”. Eco está hablando ahí de una diferencia no sólo de competencia o de buen gusto sino de status social. Esa es una perspectiva característica de su momento histórico, pero en la crítica cultural posterior ha sido cuestionada y, en cierto modo, superada por otras perspectivas que leen esa jerarquía en términos de cultura oficial (mainstream) y subculturas (slipstream), que en el primer caso consistiría en unos modos de subjetivación consensuados por la mayoría y en el segundo, para Eco, simplemente mal gusto, lo kitsch, una imitación fallida de la alta cultura, pero que desde el punto de vista de la crítica cultural representa subjetividades alternativas, espacios de discusión. El punto principal de diferencia está en la evaluación del término "camp". Eco, como los comentaristas de su época, describe lo camp como un estilo degenerado, realizado por un artista incompetente pero que gustaría a la mayoría, a las masas, mientras que la teoría cultural posterior, informada por las perspectivas de género y queer, lo camp no se distingue por ser malo o más torpe sino por representar otras identidades personales, sexuales, etc. que la alta cultura tiene problemas para reconocer. Lo camp no se puede desvincular de un tipo particular de mirada gay.

Fernández Porta, con un Lichtenstein al fondo. Foto: De la Vega

De lo que sí que te diste cuenta es de que Eco divide los “productos culturales” (odiosa expresión) y a su audiencia en dos tipos, mientras que tú sabiamente introduces un tercero, dando completitud a esta tesis mediante el divino número trino. Es más, diría que toda tu obra posterior se basa en esa idea. En €®O$ la aplicas al amor y en Emociónese así a la alegría. Por lo que veo, esa sencilla idea te puede dar mucho de sí.

Esto se explica por razones históricas, porque este modelo en tres pasos es característico de una fase que se da en el cambio de siglo en el cual se hace preciso buscar vías de salida al pensamiento postmoderno. Los pensadores y escritores de mi generación crecimos en tiempos postmodernos, fuimos fans (yo sigo siéndolo) de muchos escritores que reciben ese nombre, pero a mediados de los años 90 se hace evidente que ese paradigma, aun cuando sigue presente en muchos aspectos de la cultura contemporánea, está en alguna medida superado, y ahí es donde se hace preciso pensar una condición cultural afterpop, pero también “after postmodernidad”. Quizá el texto en el que he tratado de explicarlo con más detalle es el primer texto de Homo Sampler, en el que hago una visión, como dices, tripartita, entre el modo moderno, el postmoderno y el afterpop. En ese sentido, el término "afterpop" puede considerarse una de las aportaciones a la superación de la modernidad y puede relacionarse con otras como "altermodernidad", "hipermodernidad" y otros términos parecidos que tratan de dar cuenta de una fase transicional, del “ya no” pero “no todavía”. En ese aspecto, la posición de los creadores y ensayistas en este momento podría compararse a la situación en la que se encontraban los artistas en los años 40, es decir, inmediatamente después de las vanguardias. Por ejemplo, ahora que vuelve a hablarse mucho de Cortázar, puede pensarse en sus textos tempranos como obras muy permeadas por el imaginario surrealista, pero con una elaboración más narrativa.

Precisamente en este sentido, tu labor me resulta similar a la que hace Jordi Costa: leer libros en inglés para divulgar su contenido bien mascadito a incultos españolitos monolingües. Sois un poco el País Semanal de la cultura, diciendo qué va a venir la próxima temporada en los ambientes culturales guays.

Verás, en la universidad tuve algunos profesores que trataban a los estudiantes como incultos y me prometí que jamás haría eso. Yo trabajo en sociología, que es una disciplina liminar en la que se da una combinación muy particular de saberes compartidos y conocimientos reservados y lo que trato de hacer es explicarme, y explicar, cuál es la carga cultural que está implícita en muchos comportamientos cotidianos. Cuando en mi último libro hablo del movimiento emo doy por sentado que hay una parte de ese fenómeno que un chaval de quince años la entiende mejor que yo, aunque solo sea porque la experimenta de manera más intensa y continuada; a partir de ahí, es responsabilidad mía desentrañar cuáles son las extensiones, las resonancias, de esa experiencia sentimental. No puedo responder por Jordi Costa, pero vamos, en sus libros y artículos nunca he visto ese tipo de paternalismo al que te referías; diría que él es parte de una generación de críticos de cine que rompieron con esas actitudes y propusieron un tipo de crítica más cómplice, además de documentada. Luego, cuando se trata de responder a la pregunta de “¿Qué hay de nuevo, viejo?”, diría que hay dos inflexiones posibles. Una es la del coolhunter, que la responden las revistas de tendencias, como Neo2 o Vice, donde consultamos qué está molando este mes. En mis ensayos he tratado de incorporar algunos estilemas propios de la prensa de tendencias, sobre todo la capacidad para explicar fenómenos culturales de modo sintético, dinámico y divertido. Ahora bien, mis ensayos tienen un factor un poco más tradicional, que consiste en que los casos de estudio que abordo, al menos una parte importante de ellos, no son ejemplos de última hornada sino clásicos recientes de la cultura moderna. Por ejemplo, Fahlström, un creador de los 60 al que mencionabas antes, es la fuente de muchas prácticas creativas contemporáneas y, yéndonos un poco más cerca, en mis dos últimos libros hay análisis de películas de los hermanos Coen: El gran Lebowski es un clásico de todos los tiempos en el terreno de la comedia. Enlazando con lo que decías antes del status de las obras (más académicas, más populares), esa película reúne todos esos rasgos, porque tiene muchos niveles de lectura, le puede molar a un adolescente porque le resulta divertida pero la puedes ver n veces y hacer un desglose de los referentes subculturales que se han utilizado en el guión y se puede realizar una historia de las culturas alternativas a partir de ella. Hacen como Greil Marcus pero en una comedia, no en un ensayo. También cuando en mis dos últimos libros hablo del álbum 69 Love Songs de Flaming Lips estoy hablando de una obra maestra con veinte años de historia que ha sido reconocida por toda la crítica de rock como una de las obras cumbres del letrismo musical, vertiente amorosa, y que permite configurar el ars amandi de nuestra época. Luego me doy cuenta de que en la recepción de los libros el aspecto más tradicional a veces se nota menos que algunas referencias de última hora, pero creo que esto es un reflejo condicionado: supongo que a cualquier lector le llama la atención que haya una referencia más actual, como lo de Guardiola y Eto’o, que para mí es una referencia incidental, es solo un ejemplo entre muchos, pero bueno, si resulta útil…

Fernández Porta posando a lo New Order. Foto: De la Vega

Hay un tema del que no hablas mucho en tus libros pero que es una especie de obsesión mía, de la que siempre estoy hablando y te voy a dar un poco la brasa con él. Se trata de las consecuencias que en nuestros días está teniendo en varios campos de la "industria cultural" (otra expresión que odio) y muy especialmente en la música pop la salvaje concentración empresarial que se está produciendo. En los 80, en España las multinacionales tenían que competir con un montón de independientes cuya única baza era la originalidad y frescura. Hoy en día sólo tienen que competir entre ellas y se dieron cuenta de que tenían un montón de grupos y artistas en plantilla que se estaban haciendo la competencia los unos a los otros, así que decidieron quedarse con uno de cada estilo: un grupo heavy, un cantante ligero, etc. Así que se nos vende el “mal menor” o se nos hace pasar por rey a un tuerto en un mundo de ciegos y se nos vende a Amaral como la rockera, la única o la última, a Revolver como el “ultimate” grupo de rock, a Alejandro Sanz como una especie de cantautor (“oye, que compone sus canciones”) y lo mismo va por Shakira. ¿Qué opinas de todo esto?

En el mundo de la música se ha producido una división de la industria discográfica en grandes sellos que se comen la mayor parte del pastel y esto tiene su contrapartida en la multiplicación de la escena indie en una larga serie de pequeños sellos discográficos, cada cual con su nicho de mercado y su target, que tienen mucha credibilidad a nivel alternativo y que ha crecido tanto que ha acabado generando una escena indie oficial, si es que tal cosa existe, y un “off off”, que es la autoedición: liarse la manta a la cabeza y hacer el disco tú mismo o colgarlo en bandcamp, como hemos hecho con Jose Roselló en nuestro proyecto de spoken word Mainstream. Lo que veo es que la prensa musical, la española en particular, ha aceptado ese proceso y se ha dado el caso de discos autoeditados que se han convertido en disco del año, el primer caso de eso ha sido Crepúsculo y hay otros en el caso de la música internacional. Se puede ver una escena muy estratificada entre un espacio mayoritario enormemente codificado y que produce un tipo de consumidor particularmente poco exigente y una escena indie subdividida en muchos estratos y con un nivel de especialización cada vez más alto, poco menos que erudito. Para leer el programa del Primavera Sound o, más aun, del Sonar, hace falta haber pasado muchas horas, no ya escuchando música, sino leyendo varios tipos de prensa muy especializada. Hace poco que ha cerrado, por desgracia, la revista Go! Mag. Siempre que cierra una revista hay razones culturales y razones económicas. Las razones financieras las desconozco, pero en cuanto a las culturales, como oyente de música, no puedo dejar de relacionar esa situación con el crecimiento de las formas de ordenación, taxonomía, crítica y racionalidad aplicada a la música generados por plataformas digitales: blogs, webs y Spotify entendido como un buscador racionalista que te permite no sólo ir mariposeando de disco en disco sino ordenar tu archivo de oyente musical, y que ya cumple buena parte de las funciones que hasta hace poco sólo podía cumplir la prensa especializada.

¿Qué opinas de la situación que se está planteando en la “industria cultural” (de nuevo esa odiosa expresión) a raíz del fenómeno del compartir libremente que se está dando gracias a internet?

Lo que ha pasado en el ámbito de la música tiene un antecedente en el fenómeno que se da en el mundo del arte plástico a finales de los 60 y principios de los 70, con el auge del arte conceptual, que suele describirse como la desmaterialización del objeto artístico. Se produce una lucha, en primer lugar, contra la pintura como formato rey y, más allá, contra cualquier otro formato con la idea de que el arte son principalmente ideas, que no debe depender de un soporte físico y que debe fluir. Esa vía es la que ha seguido la industria musical al desmaterializar los productos. La cuestión de quedarse con discos, robarlos o archivarlos, que durante una época había sido parte del debate, me parece que se ha convertido en un asunto secundario con el auge de plataformas como Spotify, porque somos muchos los que nos pasamos el día escuchando música y ya no nos descargamos nada.

Pueden ustedes, queridos lectores, leer una reseña juguetona del libro Afterpop aquí.