sábado, 29 de julio de 2017

Hoy con... José Luis Álvarez Gallego: "El poeta tiene que ser y vivir como poeta"

Si quieres encontrarte a José Luis Álvarez Gallego no tienes más que acercarte a alguno de los muchos eventos poéticos que se organizan en Madrid. Su potente voz de bajo operístico y su presencia escénica son sus señas de identidad cuando recita en cualquier jam o micro abierto. O también puedes encontrarlo en el recital que organiza mensualmente en la biblioteca Rafael Alberti, en el distrito de Fuencarral-El Pardo.

José Luis es poeta desde la cuna. Lo debió mecer alguna musa. Lo cierto es que escribió su primer poema a los once años, tras ir a una corrida de toros. Los curas del internado en el que vivía en Segovia no dejaron pasar por alto el talento del joven prodigio y grababan sus poemas para luego ponerlos por la megafonía y que los escuchara todo el colegio. También escribió desde muy pequeño en revistas colegiales y, más tarde, en la mili.

Estudió Derecho pero nunca llegó a ejercer, no era lo suyo. Sin embargo, al poco descubrió su otra pasión, junto a la poesía, el periodismo. Tras acabar en la Escuela Oficial de Periodismo hizo prácticas en el diario Pueblo y luego colaboraría en muchas otras publicaciones, como El Alcázar o La Hoja del Lunes. Su tercera gran pasión es viajar. Por ese motivo se alistó en la asociación de periodistas y escritores de turismo, lo que le permitió vivir largas temporadas en Mëxico, Argentina y Venezuela. Además, José Luis es, según nos cuenta, aficionado al esquí, las mujeres, fumar puros, la caza y la pesca. En este aspecto, dice que se ha recorrido todos los ríos de España e incluso tiene algún trofeo de pesca.

Llegamos a su casa y nos enseña su chalé con piscina. Él prácticamente vive en el garaje: un colchón, una mesa, el portátil y un montón de papeles y libros es lo que él llama su "despacho", pero la mayor parte de la entrevista la hacemos arriba, en el salón, rodeado de cuadros y objetos relativos a la pesca y a la caza. Le preguntamos si nos puede contar anécdotas y se nos pone a hablar de la mili, anécdotas cuarteleras que es mejor no reproducir aquí. Nos habla de mujeres ninfómanas y suplantaciones de personalidad.

En cuanto a su poesía, que ha dejado reflejada en numerosos libros, afirma que los poemas le "brotan de tal manera que es como si fuera el alma del agua de un río que rompe su propia presa". Dice que "el verdadero poeta es un bohemio y no pisa el suelo. Le pasa lo que a mí, que teniendo un padre constructor y millonario, he estado en la ruina". En cuanto a los temas de su poesía, asegura que el principal es el amor: "Con todos los años que tengo sigo siendo un romántico, como cuando tenía once. Lo que me gusta es hacer sonetos clásicos de amor y creo que la poesía clásica no debe morir". También tiene poemas de carácter más comprometido o inspirados por la naturaleza.

miércoles, 26 de julio de 2017

Los sacerdotes también son proletarios

Cuando el cura va a trabajar, a la hora de comer abre la tartera y dice: "¡Otra vez lo mismo: el cuerpo y la sangre de Cristo!".

martes, 25 de julio de 2017

Me gusta el arte pero no los artistas

Los que me seguís sabéis que los artistas, sobre todo Michael Haneke, son mi bestias negras. ¿Por qué me meto tanto con ellos? Porque todo el tiempo se están quejando de lo mal que está el mundo, de lo injusto que es porque los artistas no pueden vivir de su arte. ¡Ah! ¿Que del ego tan solo no se vive? A los artistas no se les debería hacer homenajes, dedicar monumentos o calles. Al fin y al cabo, no hacen su arte por donar nada al pueblo sino por agrandar su ego.

Por cierto, que  el otro día en el Reina Sofía por fin descubrí para qué son las salas de los museos de arte contemporáneo en las que ponen pelis en bucle. Pa área de descanso y pa mirar el móvil. Ah, si hay algún artista contemporáneo entre el público, le doy un consejo: independientemente de la disciplina a la que te dediques, si quieres que te dediquen una expo en un museo chuli enrollao, haz también audiovisuales (rueda cualquier chorrada, no importa lo que sea), para que los del museo puedan dejar una salita en la que proyectar tu peliculilla en bucle. Ahora se lleva mucho porque da mucho empaque y viste mucho cualquier expo, sea del tipo que sea.

Y es que los artistas son seres tocados por los dioses o, como dirían los comentaristas deportivos, "hechos de una pasta especial". Los artistas modernos enrolladillos y supuestamente comprometidos e izquierdistas dicen que es necesaria una nueva estética para una nueva sociedad... o, dicho de otro modo, que los artistas son la punta de lanza de una nueva moral. Pues si estos niños de papá son los que nos han de guiar... ¡estamos aviados!

- ¿Por qué los artistas tienen columna vertebral?

- Porque sino se la estarían chupando todo el rato.

jueves, 20 de julio de 2017

Humor al Fresco, este verano en Liber Arte

Si este verano te aburres bajo el asfixiante calor de Madrid y no sabes qué hacer, ¿qué mejor que venir a troncharte un rato con el mejor humor en un sitio fresquito? En Humor al Fresco habrá comedia, payasadas, magia, canciones... Todo ello bajo la bóveda de la taberna cultural Liber Arte, en la calle Ave María 30, en el barrio de Lavapiés. En concreto, será los miércoles 19 y 26 de julio a partir de las nueve y media de la noche, con artistas de la talla de Ángela Guzmán (Chichi), Ángela Sánchez Pradas (Miss Daisy), Carlos Santos (Flaviolo) y un menda, que estrenará nada menos que cuatro nuevos monólogos de su puño y letra. ¡No te lo pierdas!

miércoles, 19 de julio de 2017

Decidí mudarme

Decidí mudarme. Mientras yo llevaba las maletas ella me ayudaba... tirando mis cosas por la ventana. Recuerdo que me había dicho: "El amor lo cura todo", pero me imagino que quería decir todo menos el cabreo que tenía ese día. También me dijo: "El verdadero amor es el que te quiere tal como eres pero te aconsejo que cambies si quieres que alguien te quiera". ¡Cojonudo! ¡Coherencia ante todo! En el fondo me da pena, porque una sádica necesita a alguien que maltratar. También decía que "amar es idealizar al otro" pero yo nunca le pedí que me idealizara. Lo que pasa es que me había metido en el grupo de montaña por ella y va y me deja. ¿Y ahora qué hago? ¿Me borro?

Así que ya saben, ahora estoy libre, buscando en Tinder, aunque en Tinder ya se sabe que está la misma gente que en cualquier sitio, por ejemplo aquí mismo, solo que con su mejor foto (algunos ni eso). También es que hay gente que chatean pero nunca llegan a quedar. Supongo que están demasiado ocupados chateando con otra gente, pero vamos, sigo buscando, porque ya se sabe que más vale polvo en mano que cien ... volando.

Nos repugna Fernando León de Aranoa

Cineastas malrolleros

Hay dos cineastas malrolleros hoy en día: Lars von Trier y Michael Haneke. Pero Lars von Trier al menos tiene algo de sentido del humor. Haneke es que es malo, no es que sea mal cineasta, es que es mala persona, directamente mala, sin paliativos. Y nos quiere hacer creer que con su recrearse en el mal más abyecto está denunciano una situación, cuando realmente lo que está haciendo es regodearse.

¿Sabéis que Lars von Trier lo declararon "persona non grata" en Cannes porque dijo "Entiendo a Hitler"? Pero es que Haneke no es que "entienda" a Hitler, es que es Hitler. Sabéis que Hitler quería entrar en la escuela de arte y al rechazarle, se convirtió en el ser frustrado que fue. ¡Menos mal que a Haneke sí lo adimitieron!

Otro cineasta que me hace mucha gracia, porque a todo el mundo se le cae la baba con él, es Víctor Erice: el pope del neorrealismo español. Cinema verité. Cine sin trampa ni cartón. El mismo que pretende hacernos creer que Omero Antonutti es el castizo padre de Iciar Bollain. ¡Manda cojones!

¿Y qué me decís del pervertido con ínfulas de José Luis Guerín? Ese acosador que pasa por genio. Ese Benny Hill artie del cine español, un hombre que debería estar en la cárcel y, en cambio, no paran de premiarlo

Texas

Viví un tiempo en Texas, en Estados Unidos. Allí todo funcionaba distinto. Ahí la gente o está muy delgada (porque se pasan el día en el gimnasio), operada y obsesionada con la línea o todo lo contrario, super gordos. Eso es lo más corriente y ¿sabéis porque pasa eso? Porque ahí todo está diseñado para que vayas en coche a todos lados. Algunas de esos establecimientos ya han llegado hasta aquí, como los restaurantes drive-through, pero hay muchas que, por fortuna para nuestra figura, todavía no, como los cajeros, tintorería y otros muchos negocios que te atienden desde el coche. Con deciros que casi todos los bloques de apartamentos están pensados para que también puedas coger el correo desde el coche y hasta tirar la basura... Hablando de basura, también en algunos bloques de apartamentos se tira por una especie de túnel, llamado trash chute. Como a veces la gente no acierta muy bien, quedan unos churretones que nadie limpia. Y allí no es como aquí que pasa el camión de la basura todos los días, ahí pasa muy de vez en cuando (y encima con el calor que hace ahí), con lo cual en los alrededores de la trash chute y el contenedor hay un olor dulzón, agrio y asqueroso. En definitiva, que la mayoría de la gente apenas camina y con la mierda de comida basura que comen, pues la obesidad está servida. Pero bueno, no nos creamos nosotros mucho mejor porque todo lo que ocurre ahí acaba ocurriendo aquí.

Marca España

Voy a hablar un poco de España. Y es que este país es de coña. Decir que es de pandereta es poco, vamos. Hay dos slogans sobre España que me hacen mucha gracia. Uno: "España es cultura". ¡Ja! El otro es lo de "Marca España". ¿Marca España? ¿Qué mejor ejemplo que nuestra sempiterna chapuza?

Mariano José de Larra dijo que  "Escribir en Madrid es llorar". Así que España ya era un país anti-intelectual antes de 1936. Esto me recuerda que al menos en una cosa triunfaron los golpistas del 36: en conseguir que España se convirtiera en un país anti-intelectual... y tanto fue su éxito que esta situación se mantiene hasta el día de hoy.

¿Sabéis que a  Fernando VII lo llamaban "el rey felón"? No entiendo este sobrenombre. ¿Qué Borbón no lo ha sido? ¿Sabéis que a Alfonso XIII lo echaron por corrupto? ¿A qué estamos esperando con los de ahora?

¿Os acordáis que hace un par de años decían que iban a tirar el Edificio España, ese símbolo del franquismo? Pues por mí que tiren... y la Cruz de los Caídos de paso.

jueves, 13 de julio de 2017

Cuatro nombres para un nuevo paradigma

Nos pide el profe Jordi Costa que, para el curso Historia comprimida del cine de la Escuela de Escritores, hablemos sobre un cineasta que, en nuestra opinión, encarne el nuevo paradigma del séptimo arte, el del cine digital. Yo he decidido escribir no sobre uno, sino sobre cuatro realizadores o colectivos, tres españoles y uno argentino. Mi tesis es que esta nueva forma de expresión, más democrática y barata y que, al mismo tiempo, ofrece grandes oportunidades al autor, al poder trabajar con un equipo reducido, exige también unas nuevas relaciones morales y, sobre todo, laborales y jerárquicas. Estamos ante un cambio de paradigma similar al que se produjo por el paso del cine mudo al sonoro, que, como sabemos, supuso una grave crisis con efectos positivos y negativos. Sin duda, el abaratamiento de los equipos que trae consigo el digital, sobre todo por la ausencia de material sensible fotográfico y gastos de laboratorio, le permite a uno rodar con más libertad, pero no podemos pensar que vayamos a tener necesariamente éxito de público. Dicho de otro modo, es imposible competir con la industria ya consolidada y su aparato publicitario y creador de mitos y expectativas.


El colectivo Los Hijos mantiene una actitud de amor-odio con el cine digital, algo que expresa muy bien el doble carácter del nuevo soporte. Por un lado, hay que tener en cuenta que los documentalistas siempre han constituido el grupo de cineastas que trabajan de un modo más precario, pues sus películas no se exhiben normalmente en salas comerciales, así que, en principio, el cine digital les viene como anillo al dedo, porque les permite abaratar costes. Por otro lado, de toda la comunidad cinéfila son sabidas las diatribas y pataletas de este colectivo, porque esta misma precariedad (que les permite, no lo olvidemos, hacer cine) les condena al ostracismo y a no poder vivir de su cine. El último tantrum de estos enfants terribles del cine español ha sido un artículo, firmado por dos de los miembros del trío, Luis L. Carrasco y Javier Vázquez, en el que se quejan de que el cine vanguardista no les dé para vivir, refleja una gran decepción y cierta inocencia, ignoro si fingida o real. ¿Pero qué esperaban? Esto no es nada nuevo. Recordemos que un director de la talla de Miguel Picazo, era funcionario del ministerio de Cultura, y que Gonzalo Suárez ha gastado en sus películas más experimentales lo que ganaba haciendo informes para el Inter de Milán, por no hablar de que otros cineastas que han tenido una carrera más o menos libre, son, directamente, gente riquísima, como Pere Portabella, Basilio Martín Patino, Jaime Chávarri o Iván Zulueta. El resto se han limitado a hacer cine comercial o, dicho de otra forma, lo que sabían de antemano que iba a hacer dinero, sin experimentos ni ínfulas autorales o vanguardistas de ningún tipo.


Algo parecido, aunque se lo toma con mejor humor, le pasa a un director y guionista, en este caso de ficción, que ha sabido sacarle todo su jugo al digital, tirando de amigos y, por supuesto, sin pagar a nadie. Me refiero a Daniel Castro y su Ilusión (2013).


Un caso que no conozco tanto, pero que me da un poco de mala espina, es el de Juan Cavestany, sin duda uno de mis favoritos y alguien que creo que le ha sacado mucho jugo al digital, pero que me parece que se aprovecha un poco de que muchos amigos suyos, otrora actores cotizadas, están pasando horas bajas.


Por último, quisiera hablar del premiadísimo realizador argentino Raúl Perrone, uno de los cineastas que mejor haya llevado esta transición (bueno, para él no ha sido una transición, dado que siempre ha trabajado en video) y de los que más ha explotado las posibilidades expresivas del nuevo formato. Ya que ahora no hay que pagar por la película, se puede rodar todo lo que se quiera. Los actores y el equipo técnico trabajan gratis porque son los alumnos de su taller (también hay que decir que él no les cobra por la formación), la edición la hace él echándole horas. Un plan perfecto. ¿O no? La parte negativa es que para alguien preocupado esencialmente por la parte plástica del cine (recordemos que Perrone viene del mundo del dibujo), la postproducción es lo que más le ocupa. Según cuenta su amigo Patricio Carroggio, anteriormente trabajaba con Betacam y tenía que pedir por favor a una televisión local que le prestara sus equipos, con lo cual tenía que hacer su edición deprisa y sin mucha atención al detalle. Desde que puede editar en su propia casa con una computadora portátil, el propio Perrone dice que se está volviendo loco, pues hace una media de tres o cuatro largometrajes al año, con un total de 42 en su haber.