miércoles, 31 de julio de 2013

"Brief Encounter": las apariencias contra la pasión

Veo por cuarta vez Brief Encounter (Breve encuentro, David Lean, 1945), una de mis películas favoritas. Por fin me decido, ya que quiero escribir sobre ella desde hace tiempo pero, no sé por qué, vez tras vez la había ido dejando.

Se trata de una cinta que no se entiende bien la primera vez que se ve. Es de ese tipo de películas que, como Memento (Christopher Nolan, 2000) hay que ver al menos dos veces.


He de decir que nunca he leído ni visto representada la obra de teatro de Noël Coward en la que está basada la película, pero me imagino que debe ser bastante fiel, pues el productor de la versión cinematográfica es el propio Coward. Espero que esto cambie en breve.

También hay que mencionar el hecho de que este título figura en las listas de lo que los anglosajones llaman "chick flicks" (pelis para tías), lo cual comento a título anecdótico, ya que no creo que esta circunstancia añada ni quite nada a la calidad de la película.

La cinta es una crítica a la sociedad británica, aun hoy tan victoriana, y en general a la sociedad supuestamente "civilizada", que en realidad lo que logra es que uno no pueda expresar sus sentimientos, en la película encarnada en las figuras de las vecinas chismosas: la que va con la protagonista en el tren y las que se encuentra cuando, en su última cita con Alec, almuerzan con champaña. El momento en que esto queda más claro es cuando la vecina pesada aparece en escena, robando a la pareja de enamorados sus últimos y preciosos minutos y ella dice para sus adentros: "Alec se comportó tan maravillosamente. Nadie podría imaginar lo que realmente estaba sintiendo", como si la forma británica, o civilizada, de comportarse fuera nunca mostrar los sentimientos de uno.

Portada de la obra de teatro en la que está basada la película

(¡Atención! A partir de este momento hay spoilers)

Decía al principio de este texto que la película hay que verlas dos veces y es que si no no se entiende por qué Laura abandona a la vecina cotilla al principio de la cinta, en una escena que es repetida al final, ahora ya con sentido (¿en un último intento de ver a Alec o para suicidarse?), pero que sólo en un segundo visionado entendemos en plenitud. Tampoco entendemos la importancia que tiene que la palabra que el marido busque para completar su crucigrama sea "romance", pues esto es precisamente lo que vivió con Alec, y por qué llora cuando él le propone ir al cine, ya que esto es precisamente lo que hacía con Alec. Por último, la música que oye en la tranquilidad de su hogar familiar también le recuerda a la aventura pasada con su amante fugaz.

Cada vez me doy más cuenta de que en el cine todo ocurre por contraste: notamos cuando hay música si durante un rato no la hay; notamos que el ritmo del montaje es rápido si durante un tiempo ha sido lento o viceversa, etc. En ese sentido, en esta película Lean logra algo magistral: durante casi toda la película la planificación es tan sencilla y convencional que no nos damos cuenta de que estamos viendo una película, es como si rodara la obra de teatro con la excepción de que algunas escenas están tomadas en exteriores. La única excepción a esto es cuando Alec le habla por primera vez de la pasión que siente por su trabajo a Laura. En ese momento, la cámara se acerca a Alec hasta un primer plano. Es el único momento en que tenemos constancia durante toda la primera parte de la obra de que "hay" una cámara ahí, y porque es un momento muy importante en la película, dado que entendemos de que es ahí cuando ella se enamora de él.


Pero hay un momento en que esta naturalidad se rompe y es cuando, hacia el final de la película, Laura escucha el pitido del tren expreso (por cierto, el tratamiento del sonido es muy importante en esta película y siempre se oyen trenes en los momentos claves de la cinta: dos veces cuando se besan Alec y Laura y una cuando Alec se va definitivamente), la iluminación cambia y la cámara pierde la horizontalidad, en un recurso que no había visto hasta el momento en que la vi por primera vez y tampoco he visto desde entonces y que me parece un logro notable del director. Por medio de él, una película muy teatral se convierte en algo 100% cinematográfico.

Los actores me parece que están perfectos, la actriz protagonista (Celia Johnson) me parece un pelín sobreactuada, pero le va muy bien a ese personaje que tan bien refleja la aparente perfección de la mujer británica. Además, está muy bien caracterizada, de modo que en sus sueños parece mucho más joven de lo que parece en la mayor parte de la película, mientras que al final y al principio de la película, cuando está con su esposo y de vuelta a sus rutinarias preocupaciones, parece mucho mayor y mucho menos atractiva, con las líneas de su ceño bien marcadas.

Espero que estas líneas sirvan para animar a alguien a que vea esta obra maestra del cine británico y mundial de todos los tiempos y piense un poquito sobre ella.

martes, 30 de julio de 2013

"Muerte de un quinqui": el machismo de Naschy

(Advertencia: esta crítica contiene spoilers)

Veo una de las pocas películas que me quedaban de la filmografía de Paul Naschy, Muerte de un Quinqui (1975), en esta ocasión no como director, sino como guionista y actor protagonista, pues las labores de dirección recayeron en el argentino León Klimovsky, en una de sus ocho colaboraciones.

En mi opinión, el cine de Naschy siempre ha tenido un complejo subtexto político, ya que desde sus primeros guiones, el artista anteriormente conocido como Jacinto Molina, plantea una situación de indefensión por parte de los protagonistas, de clase alta, no solo ante toda clase de monstruos y seres provenientes de otras dimensiones, sino también ante ladrones o delincuentes de medio pelo, que ponen una emboscada al héroe. Esta escena, recurrente en muchos de sus guiones, es en mi opinión clave en la lectura política de las películas de Naschy, como me hizo notar mi amigo el cinéfilo Óscar García. Pero esta lectura no es igual en todas sus cintas, pues si bien en las primeras, el protagonista, de clase alta, resulta ser bueno y dar su merecido a los malos, lo que parece dar lugar a una lectura conservadora de su obra, a partir de los ochenta, como en Latidos de pánico (1983), esto cambia, pues el que parece el héroe resulta en realidad ser el malo de la peli, dando así lugar a una lectura subversiva de los últimos films de Naschy. Esta cuestión no es baladí, porque no olvidemos que Naschy siempre interpretaba él mismo a sus propios "héroes".


En el caso de la película que nos ocupa, Naschy no se defiende de los quinquis, sino que él mismo es uno de ellos que tiene que buscar trabajo como un simple criado en una casa aislada mientras espera a poder dar salida a unas joyas robadas. En esa casa alejada de toda civilización seduce a unas apetecibles madre e hija (Carmen Sevilla y Julia Sali) mientras el padre inválido e impotente limpia sus armas y sus trofeos de caza (¿guiño al Buñuel de Susana?). Como decíamos, aquí el quinqui es el héroe y es el autor. Avanzada la película se produce una secuencia que tal vez analicemos ahora fuera de contexto, puesto que no hay que olvidar que la película fue estrenada el año del fallecimiento del anterior jefe de estado español, el dictador Francisco Franco.

La escena es la siguiente: tras seducir a la madre, el quinqui lo intenta con la hija. Esta se resiste y él la viola. En ese momento ya adiviné cuál iba a ser el final: la hija tenía que ser la responsable de la "muerte de un quinqui" que anunciaba el título. Pero no es a eso a lo que quería llegar, sino a que después de que Marcos, pues así se llama el quinqui de marras, fuerce a Elena, la hija, la cámara pasa a primer plano de Elena, primero con cara de rechazo, para luego pasar a poner cara de placer y abrazar y acariciar a su violador. No entiendo a qué viene esta escena, que, aunque solo dura un par de segundos, me sorprendió mucho, porque rompe la coherencia ideológica o moral de la película, a no ser, y aquí entramos en otra de las constantes de todo el cine de Naschy, que es el del machismo del personaje protagonista que él mismo encarna, es decir, todos los personajes que él incorpora son totalmente irresistibles para las mujeres, trátese de Valdemar Daninsky o de cualquier otro. Es como que aun cuando narrativamente le iría mejor a la película que la víctima de la violación no gozara con la experiencia (lo normal en un caso así, vamos, me imagino), el afán del macho ibérico de Naschy de dejarse en buen lugar a sí mismo (como si no pudiera separar su persona de su personaje) le llevara a hacer que el personaje disfrutara con esa violación.

Creo que esta crítica ha quedado un poco a medias, pero, en mi humilde opinión, plantea temas que raramente se analizan en el cine de género, a saber: las lecturas políticas, morales y sexuales.

jueves, 25 de julio de 2013

"Exit Through the Gift Shop" en La Esencia

Dentro del ciclo "Concomitancias" del cine-fórum de La Esencia (C/ Esperanza 8, Madrid) veremos el próximo lunes, día 29 de julio de 2013 en torno a las ocho de la tarde, la primera y por el momento única película dirigida por el afamado autor de graffiti londinense Banksy, Exit Through the Gift Shop (2010, 85'). Antes, sobre las siete de la tarde, veremos otro capítulo de la serie Historias para no dormir: "La promesa" (1968, 47'), con un guión original de Narciso I. Serrador, de nuevo inspirado en los relatos de Edgar A. Poe. En versión original con subtítulos en castellano. Entrada gratuita.


Sinopsis: Thierry Guetta es un un francés que vive en Los Ángeles y cuya única obsesión es grabarlo todo con su cámara de vídeo. Poco a poco se va introduciendo en el mundo del arte urbano y llega a conocer a Bansky, el artista urbano más famoso de la historia (filmaffinity)

Críticas: "La especulación generalizada de que Exit Through the Gift Shop es un engaño sólo añade al mismo fascinación" (Roger Ebert, Chicago Sun-Times, que le da una puntuación de tres estrellas y media sobre un máximo de cuatro); "No está muy claro cuánto hay de ficción y cuánto de realidad, pero este espectáculo sobre el arte callejero es tan insólito como impactante" (Carlos Boyero, El País); "Una mentira verdadera (o viceversa). (...) Una obra maestra, pero no sabría determinar si del documental, del 'mockumentary' o de la poscomedia" (Jordi Costa, El País); "Un filme por muchos motivos fascinante. (...) Es algo así como la mirada que un artista proyecta sobre sí mismo a través de los ojos de otro artista" (Toni Vall, Cinemanía, que le da 4 estrellas de un máximo de cinco).

Premios: nominada para un Oscar y ganadora de otros 16 premios.

Ficha de Exit Through the Gift Shop en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt1587707/
Ficha de Exit Through the Gift Shop en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film821615.html
Ficha de "La promesa" en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0601982/?ref_=fn_tt_tt_16

Un par de reflexiones personales


(Añadido el 30/07/2013) Tras volver a ver ayer la película, hay un par de reflexiones personales que ayer hice en el coloquio posterior, pero en los que creo que no hice suficiente énfasis.

Banksy afirma en su web oficial que todo lo que sale en el documental es cierto. Esto es, obviamente, falso. Como bien dijo uno de los asistentes, qué partes de la película son ciertas y qué partes están falseadas, eso nunca lo sabremos, así que sólo se puede especular. Personalmente, me inclino a pensar, como se dice en la Wikipedia, que Mr. Brainwash es una creación del propio Bansky, que vende así por millonadas arte intencionadamente inferior al que firma con su propio nombre. Que Thierry Guetta exista en realidad no quiere decir nada, porque se puede tratar de un hombre de paja interpuesto por el propio Banksy con la colaboración de Shepard Fairey, en lo que puede tratarse de una broma. Una broma multimillonaria, eso sí. Esta teoría vendría refrendada por un momento de la película que esta segunda vez que la he visto me ha llamado mucho la atención. Se trata del momento en el que Guetta explica su pseudónimo y dice, más o menos, que todos los artistas nos lavan el cerebro, Bansky nos lava el cerebro, así que él no iba a ser menos. Sinceramente, no creo que Banksy nos lava el cerebro, todo lo contrario, su arte nos hace pensar en las contradicciones de la sociedad en la que vivimos, así que ¿no será el propio pseudónimo de este personaje interpuesto una pista de lo que nos quiere dar a conocer Bansky: que no es sino el sistema el que nos lava el cerebro? Tendría sentido que por medio de este hombre de paja Bansky estuviera vendiendo arte-mierda a los ricos de Los Ángeles y, así, riéndose de ellos y del propio sistema.


En esta línea, de ser cierta mi teoría, lo que haría Banksy no sería más que jugar, darle una vuelta de tuerca más a algo que ya prefiguraba el arte pop pero que hoy día configura y es un elemento propio y distintivo de la postmodernidad o como quiera que se llame el momento que estamos viviendo en la actualidad: la parodia, homenaje. apropiación, cita, copia o plagio como base del arte actual. Y de esto sería en realidad de lo que trataría toda la peli. Me parece muy relevante, en este sentido, el hecho de que la ultima imagen de la peli sea la portada del último disco de grandes éxitos de Madonna, supuestamente hecho por Mr. Brainwash, en lo que sería un plagio de MBW a Banksy con su Kate Moss, que a la vez es un plagio de Warhol con su Marilyn, que a la vez también es un plagio de la fotografía de Marilyn. Si nos vamos un punto más allá, también la foto es una representación de la cara de la modelo, así que sería la representación de una representación de una representación de una representación.

Concurso de cine 22 (resuelto)

Debido a los numerosos enigmas aún sin resolver (7, 8, 19, 20 y 21), vamos a tener que bajar la dificultad del concurso de cine, así que ahí va un enigma bien facilito:

¿Qué actor, que aparece en Pulp Fiction, iba a ser Marty McFly e incluso llegó a rodar durante dos semanas el papel que finalmente encarnaría Michael J. Fox en una de mis películas favoritas, Back to the Future (Robert Zemeckis, 1985)?


Mientras tratan de resolver este facilísimo enigma, les dejo con la foto del ganador del enigma número 19, Morelos, procedente de Salamanca (Guanajuato, México) y residente en Madrid.

jueves, 18 de julio de 2013

"Mones com la Becky" en "La Esencia"

Dentro del ciclo "Concomitancias" en el cine club de La Esencia (C/ Esperanza 8. Madrid) el próximo lunes, día 22 de julio, proyectaremos a las ocho una de nuestras películas favoritas, una cinta de gran complejidad y varios niveles de lectura: Mones com la Becky ("Monos como Becky", J. Jordà y N. Villazán, 1999, 94'). Pero antes, sobre las siete de la tarde, veremos otro capítulo de nuestra serie de terror favorita, Historias para no dormir: "El fin empezó ayer" (N.I. Serrador, 1982, 61').


Sinopsis: hace cerca de setenta años un neurólogo portugués llamado Egas Moniz asisitió a un congreso de psicología en Londres. Allí un biólogo americano, el Dr. Fulton, presentó a una chimpacé llamada Becky que era un animal encantador. A continuación proyectó una película en la que el mismo animal aparecía como una bestia tremendamente agresiva (ésta es la sinopsis que aparece en filmaffinity, pero no refleja realmente la complejidad de la cinta).

Críticas: "Cruce de documental, reportaje y ficción, cuyo título se justifica por el caso de una chimpancé llamada Becky y la drástica operación que sufrió en manos de un neurobiólogo revolucionario. No puede refutarse el interés del contenido, pero la plasmación formal se revela torpe y pretenciosa a la vez, delatando negativamente, en última instancia, el pasado del director en el cine experimental y de vanguardia" (C. Aguilar: Guía del cine, 2009, con el que, en esta ocasión, no podría estar más en desacuerdo).

Premios: cuatro premios de prestigio internacional.

Curiosidades: existe un libro con el mismo título de la película, escrito por Lola Barceló y David Fernández de Castro, pero no se trata de una novela en la que está basada el film ni de un guión ni de un diario de rodaje. Se trata de un proyecto muy original que incluye entrevistas con los directores y productores, una breve historia de la neuropsiquiatría, información sobre otras películas dedicadas a la locura y a los manicomios, etc.

Ficha de Mones com la Becky en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0262627/
Ficha de Mones com la Becky en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film352632.html
Ficha de "El trapero" en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0601972/

lunes, 15 de julio de 2013

"Promised Land" y "Sostiene Pereira": cuando hay que tomar cartas en el asunto

Veo a recomendación del critico Diego Salgado Promised Land (Tierra prometida, 2012), la última película de Gus Van Sant, con Matt Damon de protagonista y co-guionista.


La cinta tiene un marcado mensaje ecologista, a la vez que uno muy del gusto norteamericano del apego a la tierra (esa misma tierra que les quitaron a los indígenas) y de denuncia de las tácticas que emplean las grandes empresas en sus grandes negocios, en los que a menudo, juegan con dos barajas. En este último aspecto, la película conectó conmigo por mi afición a toda aquella teoría de la conspiración con la que me pueda encontrar.


Es curioso cómo hacemos conexiones entre películas que probablemente no tienen mucho que ver, simplemente por el hecho de haberlas visto cerca en el tiempo. Lo digo porque precisamente ayer vi Sostiene Pereira y también me afectó bastante. En mi opinión, el mensaje profundo de ambas películas es claro: cuando uno se encuentra en una situación en la que descubre que está haciendo algo que va en contra de sus convicciones, no le queda más remedio que dejar de hacerlo. Ahora se plantea otro problema y es que si nosotros no lo hacemos, alguien lo hará por nosotros. Así, en Promised Land al final de la película el personaje que encarna Frances McDormand parece que ocupará el puesto de prometedor ejecutivo en la compañía que en principio iba a ocupar Steve Butler y le recrimina al protagonista su discurso final en el que pone sus cartas boca arriba diciéndole "It's just a job" (Sólo es un trabajo), pero en realidad Butler sabe que es más que un trabajo, que es un modo de vida y que requiere una actitud moral, una dignidad que él al final saca a relucir, porque en ese pequeño pueblo encuentra, por fin, unas raíces.

Dicho de otro modo hay situaciones en las que uno no puede ser imparcial y tiene que tomar posición. Probablemente otro tomará su puesto pero al menos se es fiel a sí mismo.

Concurso de cine 21: Grandes plagios de ayer y de hoy

Mientras esperamos a que se resuelvan los enigmas números 7, 8, 19 y 20 (los dos últimos facilísimos), les planteo otro. Éste un poco más difícil.

En los títulos de crédito de Artificial Intelligence: A.I. (2001), un proyecto de Stanley Kubrick llevado a cabo por Steven Spielberg, figura como basada en el relato de Brian Aldriss Supertoys Last All Summer Long, pero cualquier aficionado al manga y al anime (y ahí va una pista) sabrá que el planteamiento de la película está clarísimamente plagiado de...

jueves, 11 de julio de 2013

Del desencanto a la crispación

Últimamente he visto un montón de documentales rodados durante la transición a la democracia en España. A las que vi (algunas por enésima vez) en el ciclo del festival DocumentaMadrid 2013 se suman varias de las programadas que me perdí y vi más tarde y otras que menciona la organizadora del ciclo, Laura G. Vaquero, en su libro gemelo al ciclo Las voces del cambio.





En esta serie de películas me di cuenta de que en un buen documental (español o de cualquier otra nacionalidad, de esta época o de cualquier otra) siempre hay una o dos ideas básicas, quizá no pretendidas conscientemente por los cineastas, pero que se imponen como interpretaciones principales de la obra de no ficción.



En segundo lugar, me llamó la atención descubrir que todas aludían a la Guerra Civil como origen de muchos de los males que acucian a la sociedad de ese tiempo.



Y en tercer lugar, también me sorprendió comprobar que la palabra "desencanto" aparece aplicada a la sensación general de la época en al menos tres de ellas: la película de Jaime Chávarri (1976) que lleva esa expresión por nombre, el largo documental en dos partes Después de... (Cecilia y José Juan Bartolomé, 1983) y Función de noche (Josefina Molina, 1981).



El que quizá sea el documental definitivo sobre esta época (Después de...) va más allá al sustituir la palabra "desencanto" por "crispación". Curiosamente, estas dos palabras reflejan también a la perfección la situación socio-política actual. "Desencanto" de los jóvenes de hoy en día al descubrir que seguimos gobernados por los mismos (ya el título de la segunda parte de la obra -Atado y bien atado- expresa este sentir) y "crispación" al ver toda posibilidad de transformación política cercenada por un sistema impermeable al cambio.





El desencanto tiene así un mensaje político plenamente pesimista, que, en palabras del propio Chávarri, se resume en "la indestructibilidad de la familia burguesa". Sin embargo, la misma película también podría tener una interpretación más positiva y es que la poesía crea algo donde no lo hay o, dicho de otro modo, que la palabra da sentido a la vida. Esto lo veo sobre todo en la sobrerromantización que de su propia vida hace Felicidad Blanc, al igual que el resto de los miembros de la familia, poetas o no, que al analizar el pasado de la familia de un modo desmitificador, al mismo tiempo lo están mitificando de alguna manera. Quizá Michi, el único hermano no poeta sea el que más cae en esta contradicción, pues a lo largo de la película no ceja de decir que no puede haber "desencanto" porque nunca había estado "encantado" mientras que, por otro lado, recuerda que tras la muerte de su padre no paraba de repetir a quien quisiera escucharle la muy romántica frase de "¡Éramos tan felices...!".



Pero creo que es en ¿Por qué perdimos la guerra? (Diego Santillán y Luis Galindo, 1978) y Rocío (Fernando Ruiz Vergara, 1980) donde se nos da, por lados distintos, dos claves del germen de la Guerra Civil y, como consecuencia, de todo lo que vino después.



Rocío nos habla de una corriente fascista muy arraigada y ya presente en Andalucía mucho antes de la guerra, incluso se podría decir que está presente en la propia esencia de la feria del Rocío, expresión más pura del andalucismo. Esta obra nunca ha sido estrenada en su completud debido a la polémica y numerosas querellas que despertó, como si echara sal sobre viejas heridas que se creían cicatrizadas y que tal vez aún a día de hoy no lo estén. Este hecho y que el director no volviera en toda su vida a dirigir ninguna otra película confirman que éste estaba en lo cierto y lo terrorífico de la realidad que descubrió al realizar el documental, que quizá el propio director deseara no haber encontrado.




Por su parte, en ¿Por qué perdimos la guerra?, un documental muy complejo y polifónico, nos da la sensación de que su propio título revela una verdad oculta que no sé si era la que el director quería desvelar y que tal vez sale a la superficie de un modo subconsciente. Así, se nos hace implícitamente, tal vez inadvertidamente, partícipes de que la guerra la perdieron los republicanos por su propia desunión y la presencia en sus filas de derrotistas, quintacolumnistas, espías y vendidos, más que por el motivo al que quizá se refiera el cineasta en el título: la tardía e ineficaz ayuda a España de la Unión Soviética (a la que no convenía ayudar a este país por su pacto de no agresión con Alemania).





Añadido a 31/07/2013:

Veo una de los documentales de la época que me faltaban: Numax presenta... (Joaquim Jordà, 1980), así como su segunda parte, Veinte años no es nada (Joaquim Jordà, 2004), ambas notables desde el punto de vista fílmico. Y me sorprende, en primer lugar, encontrar un doble paralelismo con El desencanto: en primer lugar porque se trata de dos películas que tuvieron sus segundas partes unos veinte años después (la de la película de Chávarri fue Después de tantos años de Ricardo Franco, de 1994) y, en segundo, porque nos encontramos de nuevo con el concepto de "desencanto" como eje de las dos partes, en las que vemos cómo un grupo de trabajadores de la fábrica barcelonesa Numax se ven obligados a ocuparse de la gestión de esta ante el abandono de los patrones, producido por su baja rentabilidad debido a la crisis que coincidió con la Transición. A los trabajadores pronto les queda clara una cosa: que, si bien, mediante su estructura asamblearia y pese a multitud de problemas y disensiones internas, son capaces de llevar la fábrica, no son capaces de competir en un mercado en el que el resto de las empresas sigue con el sistema capitalista. La película es la constatación de un fracaso, pues fue realizada con el último dinero que le quedaba a la fábrica. Sin embargo, deja un buen sabor de boca porque los trabajadores se toman como un triunfo el haber aguantado dos años en el mercado de ese modo.




Veinte años no es nada es mucho más compleja que la primera, ya de por sí poliédrica, ya que incluye un factor que no estaba en la original: el personal. Por primera vez se les pregunta a los actores de la primera por sus vidas, antes, durante y después de Numax hasta el momento en que se rueda la segunda parte. Ahí es donde está el quiz de la cuestión, en primer lugar porque vemos que, si bien algunos de los actores siguieron vidas normales, en distintos trabajos, con distintas relaciones, muchos dedicados a la política (ahí es donde entra el desencanto de algnos), una de las ex trabajadoras de Numax siguió una vida anti-sistema, al límite y al margen de la ley, al dedicarse a atracar bancos junto a Juan Manzanos, que finalmente murió en la cárcel. Ahí la película adquiere otra dimensión. Pero volvamos a la primera parte: en ella aparecen los 80 trabajadores que aceptaron incentivos para no seguir en Numax como los malos de la película, aquellos "egoístas" que solo miraban por su bien y el de su familia. Uno de ellos incluso plantea su dilema ante las cámaras. Pero toda esta visión cambia cuando nos enteramos por la segunda parte de que muchos de los actores de la primera eran en realidad miembros de partidos, sindicatos e incluso organizaciones cristianas que entraron en la fábrica totalmente de incógnito y que sólo en la segunda parte descubren sus verdaderas personalidades. Si yo fuera uno de los trabajadores de Numax que me ganara el pan con ese trabajo, me sentiría muy enojado con esos infiltrados que no se jugaban su futuro y el de su familia, sino que estaban haciendo el papel de espías y agitadores con una agenda propia.

Homenaje al actor Antonio Mayans en La Esencia

En el cine fórum de La Esencia (C/ Esperanza 8. Madrid. Metro: Lavapiés o Antón Martín) hemos tenido como invitados a directores, críticos y hasta un psicólogo, pero este lunes (15/07/2013), por primera vez, vendrá un actor. Haremos un homenaje al intérprete de culto Antonio Mayans, actor fetiche de los directores de cine fantástico Jesús Franco y Paul Naschy. Será, como de costumbre, a las siete de la tarde. En esta sesión, Mayans desvelará un secreto sobre su vida gracias al cortometraje A.k.a. Robert Foster (Enric Chabert y Fernando Herranz, 2001). Después veremos un largometraje muy destacado de la primera época de su carrera: ¡¡Franco!! Un proceso histórico (Eduardo Manzanos, 1982, 122'), en el que se analiza la figura de Franco, pero no de Jesús, sino del dictador que llevaba por nombre de pila Francisco. Por último, habrá una sesión de preguntas y respuestas con Mayans. El acto estará enmarcado en el ciclo "Concomitancias", sobre películas que mezclan lo documental con la ficción.

Entrada gratuita.

Foto: De la Vega

Sinopsis de ¡¡Franco!! Un proceso histórico: "Especie de documental dramatizado, donde actores profesionales (Miguel Ayones y Antonio Mayans, básicamente) permiten la intervención de destacadas figuras de la vida cultural y política española (entre otros Felipe González, Francisco Umbral, Ramón Tamames...), para digamos que pasar revista al finado general Franco. A todo esto,el fracaso comercial fue estrepitoso" (Carlos Aguilar en su clásica guía del cine, 2009).

Críticas a ¡¡Franco!! Un proceso histórico: Laura G. Vaquero afirma en su estupendo libro sobre los documentales de la Transición española Las voces del cambio (2012): "Este juicio paralelo que adopta la forma de juicio legal se conforma a partir de distintos (y ponderados) testimonios de personalidades de la vida pública del país, en la intención, por una parte, de aportar autoridad al resultado y, por otra, de sumarse a esa tendencia (por entonces un poco a la baja) al revisionismo histórico a través de una de sus figuras más relevantes, por entonces un poco "olvidada": Francisco Franco".

El director Jesús Franco ha dicho sobre Antonio Mayans: "Yo ya sé que en España no está nada considerado, sin embargo los productores alemanes y americanos quieren que actúe en mis películas porque es un tío con una presencia física muy interesante y un actor muy sensible, lo que pasa es que no corresponde al físico de chulo putas del país. Es un actor como la copa de un pino y es cojonudo" (Llámale Jess, Manel Mayol y Carles Prats, 2000).

Premios recibidos por Antonio Mayans: Butaca de Honor de la sala madrileña Artistic Metropol.

Curiosidades:
- Además de actor, Mayans ha sido director de producción en numerosas películas.
- Ha rodado al menos 58 películas con Jesús Franco, lo que representa una de las más prolíficas colaboraciones del cine español.
- Ha trabajado a las órdenes de míticos directores norteamericanos como Nicholas Ray, Samuel Fuller y Anthony Mann.

Ficha de Antonio Mayans en IMDb: http://www.imdb.com/name/nm0562210/
Ficha de A.k.a. Robert Foster en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0281533/
Ficha de ¡¡Franco!! Un proceso histórico en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0082409/
Ficha de ¡¡Franco!! Un proceso histórico en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film253844.html

miércoles, 10 de julio de 2013

Concurso de cine 20: Grandes plagios de ayer y de hoy

Mientras esperamos que se resuelvan los enigmas 7, 8 y 19, planteo otro:

¿De qué película está plagiada de un modo descaradísimo Juana la loca (Vicente Aranda, 2001), con Pilar López de Ayala, musa de mi amigo Carlos Escolano y mía?

viernes, 5 de julio de 2013

Concurso de cine 19: Grandes plagios de ayer y de hoy

Mientras esperamos a que alguien acierte los enigmas 7, 8 y 18 (este último es muy facilito), planteamos otro:

Todos sabemos que el recientemente fallecido mago de los efectos especiales Carlo Rambaldi fue el creador de la criatura protagonista de la película E.T. The Extra-Terrestrial (Steven Spielberg, 1982), pero ¿quién le acusó de haberle plagiado el famoso "muñequito"?

jueves, 4 de julio de 2013

Laura G. Vaquero presenta "Función de noche" en La Esencia

Este lunes (08/07/2013), a las siete de la tarde como de costumbre, tendremos una nueva sesión del ciclo "Concomitancias" en el cine-fórum del bar La Esencia (C/ Esperanza 8. Madrid). Va a ser una sesión muy especial porque contaremos con la presencia de la experta en cine Laura G. Vaquero, que nos hablará, en una sesión titulada "La representación por hacer", de la película que veremos: Función de noche (1981), de Josefina Molina. Entrada gratuita.


Laura G. Vaquero ha tenido la amabilidad de escribir el siguiente texto como introducción a la sesión del lunes:

Laura G. Vaquero

La representación por hacer: ¿Hasta qué punto uno no interpreta su propia vida? ¿Acaso la representación no forma parte de la experiencia? ¿Puede el cine ser un medio para la revelación de determinadas verdades que suelen permanecer ocultas? Sobre estas cuestiones hablaremos en la sesión incluida dentro del ciclo “Concomitancias”, dedicada a la película Función de noche. El documental que Josefina Molina realizara en 1981 puede interpretarse como un deseo, por parte de realizadora y protagonista, de romper, mediante un acto de confesión emprendido ante las cámaras por la segunda, con el peso de la represiva educación sentimental padecida durante el franquismo; pero también permite evidenciar la complejidad de una práctica, el documental, que no siempre se ha ceñido a esos criterios de neutralidad y sobriedad que en ocasiones han parecido primar frente a otros (como la subjetividad y la intervención, por ejemplo).

Sinopsis de Función de noche: La actriz Lola Herrera está representando todas las noches el monólogo de Miguel Delibes Cinco horas con Mario. A lo largo de las representaciones ha ido experimentando un gran cambio en su personalidad, llegando a confundir su vida con la de Carmen Sotillo, el personaje de la función. Encerrados en su camerino, Lola Herrera y Daniel Dicenta, separados tras varios años de matrimonio, hablan y discuten mientras repasan su vida en común (filmaffinity).

Josefina Molina

Josefina Molina escribió sobre la película en 1995: Hace catorce años, cuando rodé Función de noche, estaba convencida de que bucear en nuestra realidad era urgente y más si esto se hacía en torno a problemas de mujeres; es obvio que, por mi condición, me afectaban más directamente.

Al mismo tiempo quería investigar en la forma de hacerlo, en la película, utilizando el ritmo y tamaño de planificación que se usa comúnmente para la ficción, parcelando muy ben el terreno de exresión de cada personaje, sin que se convirtiera en un rollo de palabrería con planos estáticos y eternos, interesante sólo para entendidos y estudiosos. Este tipo de aproximaciones a la realidad me han parecido siempre aburridas. Así que, sobre una situación previamente establecida,, se introdujo la provocación con la aquiescencia y apoyo de los protagonistas y la reconstrucción de hechos que ya habían ocurrido y de los que yo misma -en alguna ocasión, como la del desmayo de Lola Herrera sobre el escenario- había sido testigo.

Eran muchas la cosas que quería analizar en torno a una mujer de cuarenta y cinco años. Nuestra sociedad está basada en la hipocresía, punta del iceberg de la mentira como moneda de cambio que es origen de todo. Nuestras vidas son mentiras que en una determinada edad, al desvelarse como tales, crean una situación de angustia en el ser humano.

Yo creo que Función de noche sigue vigente, aunque desde entonces ha llovido mucho, estábamos en plena transición y había que poner frente a un espejo a una sociedad muy dada a lo superficial. Creo que hicimos un retrato de muer que comportaba el retrato en mayor o menor medida del 52% de los habitantes de nuestro país, que lo pusimos frente a un espejo en el que pudo mirarse y desear ser más sincero. Y, entonces, esto era muy importante, después de tantos años de disimulos, incomunicaciones y sufrimientos para la mujer. Pero no se puede tocar el 52% femenino sin que el otro 48% masculino se vea también retratado, involucrado y frente al espejo.

Había preguntas que me interesaba responder. Los protagonistas, por su misma condición de actores conocidos, daban una dinámica distinta a la película, eran a su vez personas y personajes; ellos, que tantas veces habían fingido ser otros, aquí eran ellos mismos o, quizá, también fingían que no eran ellos, como hacemos todos ante los demás. Lola y Daniel habían consentido en este encuentro, que deberían haber tenido muchos años antes en privado. Creo que hicieron un buen servicio a la lucha contra la hipocresía, atreviéndose a decir lo que dijeron, aun a riesgo de ser malinterpretados.

Hoy están de moda los "reality shows", echo de menos en ellos el análisis, la profundización, el trascender el mero impudor. Sólo veo la manipulación absurda y hueca a la que se someten personas que disfrutan exhibiendo sus miserias por dinero conducidos por quienes, sin escrúpulos, los utilizan para conseguir audiencias que a su ve son manipuladas.

No era esto Función de noche. Era un grito de angustia que pretendía una liberación y una catarsis. Era también una búsqueda en el lenguaje del cine, de nuestro cine quizá alejado de la realidad, para encontrar un punto de inflexión entre la vida y las imágenes que tomábamos de ella, ara decir algo que pudiera ser útil a los espectadores, algo que les hiciera reflexionar un poco [El cine español, desde Salamanca (1955/1995). Catálogo de proyecciones, Junta de Castilla y León].

Premios: dos nominaciones.

Ficha en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0082426/
Ficha en filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film287878.html

Post scriptum (10/07/2013): la sesión fue un gran éxito de asistencia y nivel en el debate posterior. Gracias a todos los asistentes.


Laura G. Vaquero y algunos de los asiduos al cine-fórum de La Esencia. Foto: Carlos Escolano