Veo la lluvia caer sobre la fuente de la plaza de Tirso de Molina en este Madrid gris y plomizo y me embarga una gran tristeza. ¡Qué paradoja y, a la vez, qué desperdicio! Agua sobre agua. Me recuerda a la fuente de San Marcos en mi infancia en el lluvioso Lugo. Yo solo con mi dolor. Todo en Madrid me recuerda a ti. ¿Cómo seguir?
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