lunes, 2 de mayo de 2016

Recuerdo (ajeno): Fray V.

Como podéis ver por algunos de las últimas entradas que he publicado en el blog, no es cierto lo que a veces pensamos de que los niños se olvidan de todo. Todo lo contrario, algunas experiencias les marcan y, sobre todo, si estas tienen que ver con la justicia o, mejor dicho, la falta de justicia de algunos adultos.

Así que os voy a contar un recuerdo, pero no mío, sino de un compañero de la Primaria, O.T., que me lo transmitió. Así que es un recuerdo ajeno pero que encaja muy bien en los que he estado contando estos días.

En mi cole había un cura muy pero que muy bestia, llamado Fray V., que pegaba a los niños. Era profesor de Música, Inglés y Educación Física, pero, sobre todo, era el entrenador del equipo de vóleibol, que, para más señas, era el deporte fuerte en mi colegio. Si estabas en el equipo de balonvolea y destacabas, sacabas buena nota en Educación Física y prácticamente también en Música e Inglés, con poco que hicieras en la clase en cuestión.

Pues bien, la anécdota que voy a contar me la trasmitió un compañero del cole con el que he recuperado el contacto después de mucho tiempo. Y resulta que este chico estaba de pequeño en el equipo de volleyball y se le ocurrió darle una patada al balón y el sacerdote, en vez de decirle: "No se debe pegar patadas al balón de vóleibol porque se estropea", directamente le dio un hostiazo. Así se las gastaban en los Franciscanos. La letra con sangre entra. Y el balonvolea también.

1 comentario:

  1. Por cierto,años más tarde de mi paso "por las manos" de FrayVega descubrí en voleibol está permitido dar al balón con cualquier parte del cuerpo (excepto en el saque, gesto que debe realizarse golpeando el balón con “cualquier parte del brazo”.

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